Abreu, loco pero no tanto

Parece ser la tónica de este Mundial en las definiciones por penales: jugadores que piden el quinto remate y lo convierten con una tremenda frialdad Primero fue Oscar Cardozo con Paraguay al dejar fuera a Japón por esa vía en los octavos de final, uno en el que tomó una carrera lenta y definió suave. Y resultó que Sebastián Abreu hizo otro tanto para Uruguay contra Ghana por los cuartos de final. A Abreu le dicen el "Loco" y tal vez la definición con un toque picado para sentenciar el 4-2 convalida que ese apodo está bien puesto. Un día después de la ejecución que depositó a Uruguay en su primera semifinal desde 1970, el técnico uruguayo Oscar W. Tabárez intimó que Abreu —quien había ingresado por Edinson Cavani— le pidió específicamente ser el último. "Lo único que me dijo antes de dar la lista de ejecutantes fue si podía ser el último", relató Tabárez el sábado. "Me pareció bien ... ahí ya sospeché algo". Lo que sospechaba el técnico era la forma particular y audaz que Abreu se proponía emplear. Fue el tiro picado y suave a la pelota, uno que hace que salga bombeada por el medio, apostándole a que el arquero contrario se tire hacia algún lado. Fue lo que ocurrió con el ghanés Richard Kingson, quien se lanzó a su derecha ante el toque de zurda de Abreu, un trotamundos de 33 años que ha militado con clubes de España, México, Israel y Grecia. Es algo que ya había hecho en instancias decisivas de citas de magnitud, como en las semifinales de la Copa América de 2007. Anotó un penal así ante Brasil en la definición por penales, que Uruguay perdió 5-4. "Son formas que uno tiene, que uno cree que son la manera más efectiva para engañar al portero", dijo Abreu al darle lógica a su estilo. "Da lo mismo tirarlo fuerte y a un lado ... Son técnicas que uno cree que son las correctas". Y ese era el tipo de actitud que Tabárez quería ver. "Lo que le pedí a todos los que elegí fue que podían errarlos pero que no dudaran, que fueran con las cosas claras".