Jezreel Corrales cae ante una bomba de "El Explosivo" Machado
Después de perder el título en la báscula, el panameño se la rifó en el ring
Alberto “El Explosivo” Machado se coronó anoche campeón mundial 130 libras de la Asociación Mundial de Boxeo al noquear en el octavo round a Jezreel Corrales en Verona Nueva York.
El fin vino a los 2:18 de ese asalto, cuando -atrás en las tarjetas y tras visitar la lona en el quinto- Machado coló una explosiva zurda en el mentón de Corrales, quien cayó de bruces y no logró reponerse antes de la cuenta de 10.
“Me siento sumamente contento de llevar este campeonato a Puerto Rico”, dijo Machado en entrevista telefónica con El Nuevo Día tras la victoria.
“Sabíamos que esta pelea era un riesgo. Pero pudimos sacar la casta boricua para llevarnos el título a Puerto Rico”, indicó.
“Nos preparamos fuerte. Sabíamos que Corrales vendría así, con esas manos incómodas”, agregó el nuevo campeón mundial, quien estuvo varias veces en mal estado durante el combate.
“Me llegó con buenas manos. Pero yo soy un guerrero y no iba a dejar pasar esta oportunidad de coronarme campeón mundial por Puerto Rico”, expuso.
Al momento del nocaut, Machado estaba claramente atrás en la pelea y había sobrevivido dos instancias en las que Corrales lo lastimó serio.
El panameño, quien perdió la corona en la báscula el viernes al no dar el peso máximo requerido, 130 libras, arrancó dominando la pelea con su superior velocidad. Desde el primer round le llegó sólido a Machado con bolados de izquierda en contragolpe.
A finales del tercer round, Machado (19-0, 15 nocauts) le llegó sólido a Corrales (22-2, ocho nocauts) por primera vez. Sacudió al panameño y quizás se llevó el episodio.
Corrales retomó el control en el cuarto asalto.
Una zurda hirió a Machado en el quinto. El boricua intentó abrazar a su contrario para evitar más castigo y permanecer de pie. No lo logró. Machado se paró antes del conteo de 10, pero lucía sacudido por el golpe y abrumado por su rival.
El sexto asalto fue emocionante. Corrales comenzó dominando hasta que una izquierda de Machado explotó en el rostro de su oponente. El panameño puso guante en lona, lo que es una caída oficial, pero el réferi no se percató. Corrales tuvo que abrazar para sobrevivir el episodio.
Aunque tuvo a su rival al borde del nocaut en el asalto previo, Machado salió titubeante a ese episodio y Corrales lo volvió a lastimar con la zurda volada. Extrañamente y a pesar de que su contrario estaba herido, el panameño dejó de tirar y puso reversa, señal innegable de cansancio.
Corrales abrió el octavo con otra sólida zurda. Pero lucía letárgico y cansado. Fue entonces que se abalanzó sobre su rival detrás de un jab y lanzando su izquierda. No se percató de que Machado tiró la zurda también.
Ambos conectaron. Machado tambaleó, pero Corrales cayó en la lona, seriamente maltrecho. Titubeó por unos segundos antes de intentar ponerse de pie. Casi lo logra, pero estaba claramente tambaleante y el árbitro detuvo la pelea.
“Seguí las instrucciones. Freddie me dijo que usara el jab doble y que él iba a entrar y lo iba a coger con la izquierda”, dijo Machado, quien se unió a su promotor, Miguel Ángel Cotto Vázquez, y a Jesús Rojas como los únicos campeones mundiales boricuas en la actualidad. Las hermanas Amanda y Cindy Serrano son campeonas mundiales femeninas.
“Es un placer bien grande coronarme campeón a la misma vez que Miguel y ahora que se va a retirar, no ocupar su lugar pero sí demostrar que Puerto Rico está volviendo a su lugar en el boxeo”, sostuvo Machado.
Texto: José Sánchez Fournier (El Nuevo Día)