"Maravilla" Martínez duerme a Williams en 2do asalto
El argentino Sergio "Maravilla" Martínez conectó la noche del sábado un gancho de zurda devastador al inicio del segundo asalto para noquear al temido pegador Paul Williams y retener su título mediano de manera rotunda en el Boardwalk Hall. Williams estaba buscando conectar su propio gancho y en lugar de ello caminó justo hacia el golpe del argentino, el cual aterrizó en su mentón y lo envió a la lona boca abajo. Martínez corrió inmediatamente cruzando el cuadrilátero para celebrar, mientras los médicos se apresuraban a subir para atender a Williams. Transcurrieron varios minutos antes de que éste se pusiera finalmente de pie. Para ese momento, el anunciador Michael Buffer ya daba por terminada la pelea a los 1:10 minutos del segundo asalto y Martínez ya se había puesto una corona de plástico en la cabeza, en un símbolo de su dominio de los medianos. La pelea fue una revancha de uno de los mejores cruces del año pasado, en que Martínez y Williams se derribaron uno al otro en el primer asalto y luego siguieron intercambiando golpes por 11 más. Williams ganó en una decisión dividida y polémica y el argentino había dicho en repetidas ocasiones que no dejaría que la revancha quedara en manos de los jueces. Sin duda, cumplió. El combate era considerado por muchos un posible candidato a la Pelea del Año, pero el argentino puede haber pegado el nocaut del año. El único dramatismo en este combate llegó antes del comienzo, cuando el promotor del argentino, Lou DiBella, descubrió furioso que su púgil debía usar la esquina azul, que normalmente toma el retador. Aunque ya había antipatía entre los dos púgiles, en esta ocasión la previa de la pelea fue aún más polémica que lo normal. Williams insistió en arreglarla en 71 kilogramos (158 libras) y Martínez le respondió que se sentiría "avergonzado" de pedir un peso menor si él fuera el retador. Al final, no importó. Martínez se mostró más rápido y coordinado y conectó varios golpes precisos en el primer asalto, incluida una seguidilla contra las cuerdas que le aseguró ganar el round. En el siguiente, pareció provocar a Williams a que lanzara un golpe abierto. Cuando éste lo hizo, Martínez estaba listo y el árbitro ni siquiera necesitó contar.