Danny García vence a Herrera por decisión dividida
PUERTO RICO. Danny García defendió con éxito sus títulos de la división de los superligeros, al superar el sábado por decisión dividida a Mauricio Herrera en un auténtico festival de puñetazos. La foja de García, estadounidense de ascendencia boricua, mejoró a 28-0, tras la quinta defensa de su cetro del Consejo Mundial de Boxeo (CMB) y la cuarta del cinturón de la Asociación Mundial de Boxeo (AMB). El monarca se impuso por 116-112 en las anotaciones de dos jueces, mientras que el tercero dictaminó un empate a 114. El ojo derecho del "Swift" García se inflamó desde los primeros asaltos, y la sangre comenzó a manar de su nariz tras un potente golpe de Herrera (20-4) en el noveno episodio. El campeón soportó castigo junto a las sogas, desde las que salió con sólidos golpes al final del episodio. "Sólo necesitaba mantener la compostura y lanzar golpes duros", dijo García. No fue una victoria fácil para el púgil de Filadelfia, pese a que contó con el apoyo de una ruidosa multitud de más de 10.100 espectadores en la ciudad natal de su madre. "Claro que ésa fue una ventaja", consideró el "Swift". Los dos contrincantes se mantuvieron activos en un combate que fue ganando ritmo y calidad en los últimos rounds. "El Maestro" Herrera no pudo igualar el poder de García, pero sí mostró resistencia, voluntad y agresividad. "Creo que yo gané la pelea", dijo el estadounidense Herrera. "Fue apretada, pero pienso que gané". García tuvo palabras elogiosas para su rival. "Es un veterano muy talentoso", dijo. "Yo tengo sólo que hacer algunos ajustes". La contienda se consideró una piedra basal para otros compromisos, y seguramente generará especulaciones de un potencial combate entre García y Floyd Mayweather, considerado el mejor púgil del mundo, libra por libra. García dijo que después del combate contemplaría la posibilidad de mudarse a la división de los wélter (147 libras). Consideró que llegar con demasiado peso a la contienda del sábado pudo haber afectado su desempeño. Empero, se mostró feliz por marcharse de la tierra de sus padres con sus dos cinturones. "Todos vienen por mí. Quieren lo que yo tengo", opinó.