Una serie y muchas satisfacciones para Panamá
Durante dos días, Panamá captó la atención del mundo del béisbol al recibir a los Marlins de Miami y a los Yanquis de Nueva York para la denominada Serie de la Leyenda. Dos juegos de pretemporada de las Grandes Ligas en que se le rindió honor al excerrador panameño Mariano Rivera. Esta serie quedará en la memoria de quienes presenciaron esos dos partidos que ya forman parte de la historia del béisbol panameño. TVMax-9.com enumera algunos aspectos para recordar en este evento. 1. Dos grandes equipos: Tener a los Marlins y a los Yanquis en territorio panameño significó la presencia de dos novenas que han escrito páginas importantes en la historia de las Grandes Ligas. Los Yanquis son el equipo más laureado de la Gran Carpa con 27 títulos de Serie Mundial. Además de contar con jugadores de gran trayectoria como Derek Jeter, Carlos Beltrán, Alfonso Soriano y CC Sabathia, en una nómina donde destacaron figuras jóvenes como Yangervis Solarte, Gary Sánchez y peloteros que se han establecido en ese equipo como Brett Gardner y Francisco Cervelli. Los Marlins cuentan con dos series mundiales ganadas, en 1997 y 2003, y aunque su jugador referencia es Giancarlo Stanton, hubo peloteros como Brad Hand y Jake Marisnick que se desempeñaron bien en el terreno de juego. Ambos conjuntos garantizaron un espectáculo que fue del agrado de la fanaticada. 2. El gran protagonista: A pesar de la presencia de los Yanquis y los Marlins, el personaje principal de esta serie lo fue Mariano Rivera. El expelotero panameño se mostró contento por lo acontecido. Algo que, según sus propias palabras, fue un sueño realizado. El público lo ovacionó cuando hizo el lanzamiento de honor en el primer juego de la serie y firmó muchos autógrafos a varios fanáticos. Además de que hizo las veces de anfitrión de los elencos visitantes y compartió, en el último día del evento, con otro de los grandes del deporte, su compatriota y exmúltiple campeón mundial de boxeo Roberto Durán. 3. Presencia panameña: Cinco jugadores panameños estaban en la nómina de los Marlins. Rodrigo Vigil, Jobanis Pinto, Johnny Santos, Jesús Guerrero y Humberto Mejía, quienes juegan en ligas menores para la organización de Miami estaban presentes. Aunque Vigil fue el único de ellos que jugó en la serie, la experiencia para estos jugadores jóvenes será valiosa. 4. El público respondió: La Serie de la Leyenda logró algo que se ha visto pocas veces en el estadio Rod Carew; llenarlo prácticamente a su capacidad. En el primer encuentro, realizado el sábado 15, habían fanáticos por todas partes y el domingo 16, aunque no se llenó totalmente, había una buena concurrencia. El público panameño no quería perderse a los Marlins y a los Yanquis jugando en casa. 5. Como nuevo: El estadio Rod Carew lució una imagen acorde al acontecimiento. Sus adecuaciones se notaron claramente con un terreno en buenas condiciones el que se espera sea mantenido de forma adecuada para aprovecharlo al máximo. El acceso, en la parte trasera del coliseo que conecta con el Corredor Norte, se presentó como una alternativa para agilizar el tráfico en un lugar que se caracteriza por la congestión vehicular que se da cuando se presentan eventos de gran magnitud como lo era la Serie de la Leyenda. 6. Por corregir: La congestión de vehículos, antes del juego del sábado 15, y el retraso en la limpieza del coliseo, que algunos fanáticos expresaron en las redes sociales antes del cotejo del domingo 16, son factores que habrá que ajustar para actividades futuras en el estadio Rod Carew. No obstante, Panamá mostró una vez más que es capaz de organizar grandes eventos y que puede ser un país a tomar en cuenta para ser sede de competencias importantes, ya sea de béisbol o de cualquier otra disciplina deportiva.