La Serie del Caribe une a dos hermanos cubanos luego de cinco años
Serie del Caribe
Los hermanos cubanos Adonis y Adolis García se separaron cuando el primero desertó para perseguir el sueño de las Grandes Ligas. Cinco años después el béisbol los vuelve a unir, ahora como rivales en la Serie del Caribe que se disputa en República Dominicana.
Adonis, de 30 años, cedido en el receso por los Bravos de Atlanta al venezolano Tigres de Aragua, y Adolis, de 22, se abrazaron el lunes durante la inauguración del torneo regional, y este jueves se batirán en el diamante del estadio Quisqueya Juan Marichal, de Santo Domingo.
Los dos ni siquiera habían cruzado palabra desde la partida de Adonis a México, el trampolín que escogió para saltar a las Grandes Ligas, según relató a periodistas Adolis, el jardinero central de Ciegos del Ávila, de la Serie Nacional de Cuba.
Adolis, más alto que su hermano, y Adonis conversaron y posaron sonrientes ante los periodistas, a quienes no les resulta nada fácil diferenciarlos por el nombre.
"Estoy muy contento porque encontrarme a mi hermano en un torneo tan fuerte como este, de tal calidad, ser contrarios, no pasa a menudo", señaló a reporteros Adolis, de piel negra y fornido como su hermano, previo al encuentro del martes contra Venados de Mazatlán de México, que perdió Cuba 9x3.
Adonis manifestó el mismo sentimiento por su rival: "Estoy muy contento, ansioso de verlo. Hace muchos años que no lo veía jugar". Reconoce que no sabe "qué tan bueno es", pero resalta que "me han hablado muy bien de él".
El partido de este jueves entre Venezuela y Cuba, además de medir a dos potencias de la pelota en la región, marcará un hito al poner frente a frente a dos hermanos.
"Un pedazo de mí"
El menor de los hermanos manifestó que al llevar cinco años sin ver ni hablar con Adonis aprovechó para conversar de "todo lo que ha pasado, el futuro, el presente".
"Al verlo sentí mucha alegría (...), imagínate, ese es otro pedazo de mí", añadió visiblemente emocionado, pese a que solo dialogaron un par de horas.
Durante la actual Serie Nacional de Cuba (campeonato de primera división), Adolis batea para un promedio de .308, con 13 cuadrangulares, 57 impulsadas y un porcentaje de embasado de .392.
Un poco en broma Adolis dice que no hay diferencias entre él y su hermano. "¡Claro que yo también puedo jugar la tercera base!", asegura, aunque anota que "desde pequeño vengo viendo a mi hermano jugar pelota, y para mí él es lo más grande y eso me da mucha felicidad".
Adonis desertó en 2011 tras jugar durante siete años, coincidentemente en el propio Ciego de Ávila, en busca de la Gran Carpa estadounidense.
De la mano de una agencia de representación que tenía a varios peloteros cubanos en agenda, llegó a México. Desde allí pudo firmar un contrato para Ligas Menores con los Yankees, hasta que llegó como agente libre a Bravos de Atlanta.
Ahora Adonis es la primera opción de Atlanta para jugar la tercera base en la temporada de Grandes Ligas 2016.
Un victoria que queda en familia
La emoción del reencuentro, en tanto, abarca a toda la familia.
"Siempre estoy en contacto con ellos, mi padre fundamentalmente siempre está al tanto", dice el grandeliga, quien considera que su papá "está más deseoso" que él de verlo jugar contra Ciego del Ávila. "Él quiere que vea a mi hermano jugar, es algo muy bonito", dice.
Si el juego lo permite, podría ocurrir que Adolis corra en tercera base con su hermano custodiando esa almohadilla. "Lo único que quiero es que no batee nada cerca de mí, y es un juego de béisbol, tú sabes", afirmó Adonis.
Y añade que entre los jugadores del infield de Ciego del Ávila "solo falto yo", pues conoce a la mayoría.
La novena venezolana tiene una importante presencia de cubanos como Félix Pérez o Dariel Álvarez, que junto con Adonis conforman el corazón ofensivo de Los Tigres. "Tenemos una amistad dentro y fuera del terreno, siempre hablamos y nos ayudamos".
Con su reencuentro, los hermanos García ya tienen asegurada una victoria en familia, gane quien gane este jueves. Y de salir campeón Tigres o Ciego de Ávila, ambos tendrán un motivo adicional para celebrar.