Cuba vence a Venezuela y avanza a la final de la Serie del Caribe
Panamá/Los Leñadores de la Tunas, equipo que representa a Cuba en la versión número 61 de la Serie del Caribe, demostró que Panamá le sienta bien, y este sábado derrotaron 3 carreras por 0 a los Cardenales de Lara (Venezuela), para meterse en la final del torneo de pelota que se juega en la Ciudad de Panamá.
Los Leñadores, equipo de la división oriental de Cuba, con este pase a la final pueden ser el cuarto equipo cubano que gana una Serie del Caribe en territorio panameño.
En los anales del béisbol de la Serie del Caribe, los primeros cubanos en levantar el título en Panamá fueron Los Leones de La Habana, en 1952, tres años después de que los Alacranes de Almedares se coronaran en Cuba,en el primer certamen realizado.
En el 56, nuevamente en la tierra que vio nacer a Rod Carew, los Elefantes de Cienfuegos lo volvieron a hacer.
Los "paquidermos" en el 60 se coronaron en la Serie y nuevamente en Panamá.
El título más reciente de los cubanos fue en 2015, invitados tal cual es su estatus en el momento, los Vegueros de Pinar del Río, comandado por el estratega Alfonso Urquiola, para completar ocho diademas.
Ahora, el torneo que llegara mañana a su final en la tierra del Canal de Panamá, 59 años después de albergarlo.
Los Leñadores de Las Tunas son comandados por los maderos Frederich Cépeda y Alfredo Despaigne.
Los cubanos, que arrancaron el torneo con un paso lento y algo desfigurado, para lo que acostumbra el béisbol de la isla caribeña a nivel mundial, fueron tomando el ritmo paso a paso.
El triunfo de hoy ante los venezolanos, por blanqueada, fue producto de una cuerpo de lanzadores solido.
Lázaro Blanco, abridor con cinco entradas de labor se llevó el triunfo, pero fue ayudado por los brazos de Yoenis Yera, Yoalkis Cruz, Yudier Rodríguez y Raidel Martínez. La derrota venezolana se la apuntó el abridor Raul Rivero,
Los bates cubanos, que ligaron 8 imparables fueron comandados por Yuneski Larduet de 5-3, con dos anotadas.
Por primera vez los Leñadores sacan el hacha en una Serie del Caribe para timbrar y dejar por sentado que Panamá le sienta bien a los cubanos, que el béisbol en la isla está vivo y que no necesita de tantas bullas, pitos y banderas para navegar tranquilo en el Caribe.