Rockies avanzan a playoffs; sueñan otra vez con Serie Mundial
Tras una pausa de un año, los Rockies de Colorado se han colado de nuevo a los playoffs. Y al igual que en el 2007, cuando sorprendieron al llegar a la Serie Mundial, están ansiosos por desafiar a los grandes, comenzando por los Dodgers, a quienes pueden arrebatar el gallardete divisional. Pero no hay triunfo sin sacrificio. ""¡Esto arde!", exclamó Troy Tulowitzki mientras trataba de limpiarse el champaña que le había caído en los ojos. "Pero nunca he olvidado el 2007, y ésta será otra gran experiencia. Uno nunca se aburre de esto. Aaron Cook lanzó pelota de cuatro imparables durante ocho entradas en su primer partido luego de una ausencia de un mes. Garrett Atkins remolcó tres carreras y los Rockies doblegaron el jueves 9-2 a los Cerveceros de Milwaukee. Los Rockies, que sumaron cuatro victorias en fila, consiguieron con su triunfo clasificarse a la postemporada eliminando a los Bravos de Atlanta, sus últimos rivales por el boleto de comodín de la Liga Nacional. Atlanta cayó 2-1 ante los Nacionales de Washington en la jornada. Los Rockies aún pueden arrebatarles a los Dodgers el banderín de la División Oeste si los barren en su serie de fin de semana en Los Angeles. Los Dodgers, que han perdido cuatro partidos en fila, descansaron el jueves y vieron cómo se reducía su ventaja en el primer puesto a sólo dos partidos cuando quedan tres por jugarse. Aun si Colorado no gana los tres enfrentamientos, Tulowitzki dijo que lo importante es estar en la postemporada. "Estamos adentro. Una vez adentro todo puede pasar", dijo. Mientras los Rockies celebraban detrás del montículo tras caer el último out del partido, los aficionados comenzaron a gritar "¡Venzan a L.A., venzan a L.A.!" mientras fuegos artificiales estallaban en un cielo despejado. "Ahora estamos celebrando. Nos preocuparemos por lo demás mañana", dijo Todd Helton, mientras sus compañeros lo bañaban con cerveza y champaña. Del otro lado de la casa club, el manager Jim Tracy era empapado por los jugadores, al ritmo de "Boom Boom Pow", canción de los Black Eyed Peas. "No me había sentido mejor jamás en 33 años dentro del béisbol profesional", expresó Tracy, quien dijo que no prevé dar descanso a ningún titular en Los Angeles. "Mientras no perdamos un partido, vamos a tratar de ganar la división", advirtió. Un muy bien abrigado público de más de 38.000 aficionados soportó temperaturas frescas de hasta 10 grados Celsius para observar la victoria. Al llegar a una foja de 91-58, los Rockies impusieron un récord de la franquicia, de más triunfos en una temporada y se colocaron con 23 juegos por encima de la marca de .500 de porcentaje por primera vez en sus 17 años de historia. A diferencia de hace dos años, cuando lograron una racha positiva en el momento justo al ganar 21 de 22 partidos para avanzar a la única Serie Mundial de su historia, estos Rockies simplemente se volvieron muy buenos. Después de desprenderse mediante canjes de Matt Holliday por el taponero Huston Street y el jardinero venezolano Carlos González, los Rockies tuvieron un comienzo titubeante. Tenían foja de 18-28 cuando el piloto Jim Tracy se hizo cargo del equipo y después de que el gerente general Dan O"Dowd despidió al manager Clint Hurdle. Cuando O"Dowd le ofreció el empleo a Tracy, le dijo "sólo quiero ver que el equipo juegue mejor". O"Dowd le dio a Tracy 60 minutos para pensarlo. Tracy conversó con su esposa y le dijo a O"Dowd que creía que los Rockies definitivamente podrían jugar mejor bajo su tutela. Y vaya que lo logró. Bajo el mando de Tracy, los Rockies tienen foja de 73-40, son los dueños absolutos del boleto comodín, algo que se antojaba lejano cuando tenían desventaja de 9½ juegos apenas hace un mes. Los Rockies atacaron el jueves a Manny Parra (11-11) a quien derrotaron al fabricarle un racimo de cuatro carreras en la tercera entrada. Cook (11-6), quien recibió tres boletos, toleró una carrera y cuatro imparables, regaló un pasaporte y ponchó a dos rivales y golpeó a un rival en su salida más larga desde el 28 de junio en Oakland. En otro juego de la Liga Nacional, los Filis de Filadelfia, cayeron 5-3 ante los Astros de Houston una noche después de amarrar su tercer título seguido en la División Este. El abridor dominicano de Houston, Felipe Paulino (3-11), dejó atrás una racha de siete derrotas. También en el Viejo Circuito, los Cardenales de San Luis aplastaron 13-0 a los Rojos de Cincinnati y los Gigantes de San Francisco doblegaron 7-3 a los Diamondbacks de Arizona, mientras que el duelo entre los Piratas de Pittsburgh y los Cachorros de Chicago se canceló por la lluvia y no se disputará en fecha posterior, al estar ambos eliminados. En la Liga Americana, los Mellizos de Minnesota derrotaron 6-3 a los Tigres de Detroit y evitaron ser eliminados en la lucha por el pase a los playoffs. Los Tigres, punteros en la División Central, tuvieron la oportunidad de ganar su primer título de división desde 1987 en el cierre de la serie de cuatro partidos, pero sus bates fueron silenciados y sus lanzadores vapuleados con racimos de tres carreras en el tercer inning y de cuatro en el octavo. La puja más reñida en las mayores no se podrá decidir hasta el fin de semana o tal vez la semana que viene si se necesita un juego de desempate.