Panamá apuesta a sus pitchers para defender corona en Serie del Caribe
Un vistazo previo al torneo regional de béisbol
Los Astronautas de Panamá llegan a suelo boricua con la intención de revalidar el título de campeón de la pelota caribeña en la 62 edición de la Serie del Caribe, que se jugará del 1 al 7 de febrero en el estadio Hiram Bithorn de San Juan.
Para lograr esta encomienda los Astronautas apuestan a su cuerpo monticular para que pueda dominar a las novenas de Colombia (Vaqueros), Puerto Rico (Cangrejeros), República Dominicana (Toros del Este), Venezuela (Cardenales de Lara) y México (Los Tomateros de Culiacán).
"El pitcheo es la fortaleza de ese equipo", indicó el ex jugador de Grandes Ligas Luis Sojo, uno de los dueños de la novena.
"Este es un equipo muy equilibrado y que ahora va a representar a Panamá con un equipo reforzado con peloteros que jugaron en la liga", agregó.
Panamá dominó la Serie del Caribe de 2019, precisamente en suelo panameño, siendo ese el segundo campeonato del país en estas lides.
Los panameños son capitaneados por Julio Mosquera, quien también es dirigente de los Charleston RiverDogs, equipo filial Clase A de los Yankees de Nueva York.
Panamá arrancará la defensa del título ante los Cangrejeros de Santurce este sábado (00H00 GMT del domingo).
"Nos toca jugar con los de la casa. A Puerto Rico y Panamá nos unen grandes lazos como el deporte, la salsa (...) Será un gran partido", expresó el presidente de la Liga Profesional de Béisbol de Panamá, David Salayandía, en declaraciones a la organización del torneo.
Boricuas a defender la casa
Los Cangrejeros de Puerto Rico, por su parte, defienden la casa y le apuntan como primer objetivo dejar atrás el mal sabor de no haber podido llegar a la segunda ronda en la Serie del pasado año.
"Tuvimos la oportunidad de representar a Puerto Rico en la Serie del Caribe y no nos fue muy bien. Nos quedamos con esa espinita", dijo Justo Moreno, presidente de los Cangrejeros, bicampeones de la Liga de Béisbol Profesional de Puerto Rico.
"Aspiramos al triunfo, no hay de otra. Queremos volver y ser exitosos en la Serie del Caribe. Esa es la misión", agregó.
Cuba no participará este año en la Serie del Caribe por retrasos con los trámites de visas de peloteros antillanos, y su lugar estará ocupado por Colombia, que se estrenará en el torneo.
Los cafeteros serán representados por los Vaqueros de Montería, quienes romperán el hielo en el primer partido de la Serie el sábado (14H00 GMT).
Ozney Guillén, hijo del ex jugador de Grandes Ligas Ozzie Guillén, es el dirigente de los Vaqueros. Guillén indicó que buscó armar un equipo que se ajustara al estilo de juego de la Serie del Caribe, un torneo corto donde todo cuenta.
"Cuando estábamos escogiendo las piezas, evaluamos qué peloteros nos servían mejor a nosotros para un evento de cinco o seis juegos. Tenemos corredores muy veloces. No hay muchos zurdos en este róster y cuando los tenga que usar, los tendré que esconder en el lineup. Simplemente porque hay muchos brazos zurdos en el pitcheo de los otros países", expresó Guillén.
Pesos pesados
Venezuela estará representado por los Cardenales de Lara, quienes según su jardinero central, el cubano Yordanys Linares, están listos para llevarse el campeonato.
"Este es un equipo muy joven, muy aguerrido, entregado en el terreno", puntualizó Linares, Jugador Más Valioso del torneo venezolano. "Lo mejor que tiene Lara es la entrega de los muchachos, la motivación con la salen al terreno. Y ahora vamos a la Serie del Caribe a hacer un buen papel, para traernos el título", aseguró.
La representación dominicana estará a cargo de los Toros del Este, quienes dominaron 5-3 a los Tigres del Licey en la pelota invernal de República Dominicana. Los Toros, para quienes es apenas su tercer campeonato en la liga de su país, son dirigidos por el boricua Lino Rivera.
Los Tomateros de Culiacán, campeones del torneo regional en 1996 y 2002, fue el último equipo en clasificar a la Serie del Caribe, tras vencer la noche del jueves por paliza 11-0 a Venados de Mazatlán en el séptimo y último juego de la final de la Liga Mexicana del Pacífico.