¡Hasta pronto, "Su Majestad"!

¡Hasta pronto, "Su Majestad"!
Ricardo M. Morales M. / Especial para tvmax
10 2013 - 14:21

Se jugaba el cierre de la parte baja del noveno episodio, en el séptimo partido de la Serie Final del Campeonato Nacional de Béisbol Mayor en el Estadio Nacional Rod Carew. Un elevado del bocatoreño Edward Toló, que atrapó el jardinero Einstein Gutiérrez, le dio al fuerte equipo de Chiriqui su galardón número 12 en estas justas deportivas que cumplieron 70 años de confrontaciones. Los integrantes del equipo chiricano demostraron, con la conquista de la corona nacional mayor, que la conjugación de la emoción, la disciplina y la colectividad, complementada por una hoja de ruta definida, le permitieron ser hoy el nuevo campeón del béisbol criollo. A pesar de los sinsabores, el agotamiento, los constantes viajes, la presión, las críticas e insultos de algunos de sus detractores, los peloteros de la altiva provincia chiricana dejaron claramente establecido que cuando existe la unidad monolítica, sembrada en el corazón de sus atletas, se obtienen excelentes resultados. Ahora deben ser ustedes, jugadores del equipo chiricano, que con su conducta ejemplar, dentro y fuera del diamante, los ejemplos a seguir de la juventud chiricana. Luego de la conquista del campeonato, por el equipo chiricano, no podemos pasar por alto que este torneo, desde su inicio, reflejó discrepancias entre los presidentes de ligas provinciales y la junta directiva de la Fedebeis (Federación Panameña de Béisbol). Con el tira y jala, de que pelotero sí y cual jugador no podía participar en el torneo. No obstante el desacierto más grande en la historia de los torneos nacionales fue la implementacion del calendario de competencia, que dividía a los equipos en dos grupos, en una apuesta a la "clarividencia" basada en un argumento de supuesta superioridad competitiva. Quedó evidenciado, en la ronda regular, que ese calendario cercenó el regionalismo al no darle a la fanaticada la dicha de ver, por primera vez en 69 años, un Clásico de Azuero entre Herrera y Los Santos. Ambos equipos fueron eliminados en esa fase, a manos de Veraguas y Colón, lo que acabó con las esperanzas de verlos enfrentados en la serie de seis. Que esta amarga experiencia, vivida por un sistema de competencia importado y poco efectivo, sirva para que los responsables de organizar el torneo corrijan ese "entuerto organizativo", que mantuvo en cuidados intensivos al pasatiempo por excelencia de los panameños debido a la ausencia de los fanáticos en los estadios. Jóvenes peloteros de Chiriquí y Bocas del Toro: muchísimas gracias porque, en la última instancia, se entregaron con alma, corazón y vida, para que este paciente, llamado béisbol panameño, no cayera en "coma" a causa del abandono y la indiferencia de la fanaticada. Señores directivos y presidentes de las ligas provinciales: que esta amarga experiencia les deje,como enseñanza sencilla y práctica, que el béisbol es una sola familia donde el que más consulta menos se equivoca. EL AUTOR ES COMENTARISTA DEPORTIVO

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