Caso Cerrado
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Panamá/El 56 Campeonato Nacional de Béisbol Juvenil ya tiene a sus finalistas los que se fueron revelados el pasado fin de semana al finalizar la etapa semifinal.
Coclé superó a Herrera en cinco partidos de su serie semifinal que terminó el pasado viernes 21 de febrero. Un día después, Chiriquí se impuso a Panamá Metro en seis encuentros. Eso significa que los finalistas tendrán un receso prolongado antes del viernes 7 de marzo cuando se juegue el primer partido en el estadio José Antonio Remón Cantera de Aguadulce.
El inicio de la serie final será después de las fiestas de carnaval. Esto lo dispuso la Federación Panameña de Béisbol (Fedebeis) y lo confirmó al divulgar el calendario de esa instancia justo después de terminadas las semifinales.
El hecho de que el Carnaval iniciará el próximo fin de semana ha incidido en la decisión, tomada por Fedebeis, de no iniciar la serie en los días de semana previos a esa festividad.
La pausa por el Carnaval será de 13 días para los coclesanos y de 12 para los chiricanos. Este es un tiempo extenso considerando la forma en la que se estructura el calendario del campeonato, donde se juegan días consecutivos con una jornada libre de intermedio. Si tomamos esto en cuenta, ¿qué implicaciones tiene el receso que se ha tomado entre la fase semifinal y la final?
Este periodo podría tener beneficios para los peloteros ante el fragor de un torneo corto, pero intenso por los partidos que se juegan y los constantes viajes que los equipos hacen a diferentes puntos del territorio panameño.
Al tener varios días de descanso, los jugadores que han tenido molestias físicas tendrán la oportunidad de recuperarse de ellas. Además de que es un periodo en el que se pueden tratar con mayor atención a aquellos que se han ausentado de los últimos juegos por lesiones.
La pausa también incide en el trabajo de los lanzadores ya que, en el transcurso de los días, pueden descansar sus brazos y estar listos para la serie. Serpentineros como Dereck Gómez y Anthony Ortega, dos de las cartas principales del pitcheo de Coclé y Chiriquí, respectivamente, podrían estar listos para lanzar al inicio del duelo por el título.
En cuanto a los jugadores de cuadro y los bateadores designados, el receso puede tener sus puntos a favor y en contra. A favor está el descanso y la recuperación y, en contra, está que pierdan el ritmo a falta del roce competitivo con otros equipos.
Una vez conocido el calendario de la serie final, los cuerpos técnicos establecen un plan de trabajo para preparar a sus dirigidos ante el importante desafío que están por enfrentar.
Para que sus peloteros reposen y mantengan el ritmo, lo que hayan planificado los instructores para estos días es importante y podría marcar la diferencia en la serie.
Coclé y Chiriquí han confirmado que estarán concentrados y trabajando durante los días de carnaval. Esta estrategia les ayudará a los peloteros a mantener la forma y les dará la oportunidad de jugar, ya sea entre ellos por medio de los partidos interescuadra o enfrentado a sus pares de la categoría mayor que entrenan para el próximo campeonato nacional que inicia el 21 de marzo.
El receso también le permitirá a los cuerpos técnicos estudiar mejor a sus rivales y armar una estrategia para enfrentarlos.
Este periodo intermedio, entre la semifinal y la final, será un tiempo para que las barras de ambos equipos se preparen para apoyar a sus peloteros, pero el comportamiento es distinto para el fanático casual del béisbol.
Con el Carnaval a la vuelta de la esquina, muchas personas se enfocan en el jolgorio y la celebración, dejando a un lado otros temas. Sin embargo, al terminar la fiesta el ritmo habitual se retoma y el certamen juvenil vuelve a la palestra pública con una final que luce atractiva para la afición.
Iniciar la final el viernes 7 de marzo impide que el Carnaval corte la serie en medio y traiga como consecuencia que el interés de los fanáticos caiga cuando continúe. Además separa dos acontecimientos que captan la atención de los panameños, dándoles la importancia que merecen.