Marlins tienen ya estrellas para lucir en su nuevo parque

Ap
09 2011 - 18:45

Un nuevo parque que tuvo un costo multimillonario reluce bajo el sol en el sur de la Florida, con sus grandes vigas y sus estructuras de acero y vidrio. Se trata de un escenario futurista en el corazón de la Pequeña Habana. Semejante inmueble llama sin duda la atención y, aunque el primer juego en su interior tardará todavía cuatro meses en realizarse, el nuevo estadio de los Marlins de Miami ha atraído ya negocios, estrellas de las mayores e incluso el escrutinio de investigadores federales. El parque hizo posible una oleada de gastos sin precedente en la singular historia de los Marlins. "Tenemos un parque nuevo y glorioso, y queremos jugar bien", dijo el dueño Jeffrey Loria. "Queremos ganar". Tras años de poca asistencia de los espectadores y de mantener una nómina modesta, los Marlins esperan ahora que acudan multitudes al nuevo estadio. Ante el aumento previsto en los ingresos, Loria se ha lanzado a hacer compras para reforzar su plantel. Una década después de comprar los Marlins, Loria, experto en adquisición y venta de obras de arte, se ha especializado también en la firma de contratos por varios años. El empresario neoyorquino creció admirando a los Yanquis y de pronto se asemeja al fallecido dueño de ese equipo, George Steinbrenner. Primero contrató al venezolano Ozzie Guillén, un manager veterano quien a veces hace comentarios tan coloridos como los nuevos uniformes de los Marlins. Luego, Loria concentró su atención en el mercado de agentes libres. Los Marlins fueron protagonistas de las reuniones de invierno de las mayores, realizadas esta semana en Dallas. Firmaron acuerdos con el dominicano José Reyes, campeón de bateo de la Liga Nacional; el zurdo Mark Buehrle, electo para el Juego de Estrellas, y el taponero Heath Bell, quien también ha jugado el Clásico de Verano. Los convenios totalizaron 191 millones de dólares. "Me sorprendió un poco que ellos hayan tenido tanto dinero para gastar", dijo Terry Collins, manager del equipo del que se marcha Reyes, los Mets de Nueva York, rivales de los Marlins en la División Este de la Liga Nacional. Los Marlins fallaron en su intento por contratar al toletero Albert Pujols, considerado el premio mayor entre los agentes libres. El dominicano prefirió irse con los Angelinos de Los Angeles. Aun así, la transformación de Miami es tremenda. La oferta de los Marlins a Pujols superó los 200 millones de dólares por 10 años, casi lo mismo de lo que el club había pagado a todos sus jugadores combinados durante el último lustro. El coqueteo llegó en un momento en que la Comisión de Valores y Cambio (SEC, por sus siglas en inglés) comenzó a investigar si el acuerdo de los Marlins con las autoridades de la ciudad y del condado para la construcción del parque violó leyes federales del ámbito financiero. Pese a la investigación, los directivos del club llegaron a Dallas con ánimo de abrir la chequera. En el pasado, fueron meros espectadores en las reuniones de invierno. O incluso peor, se deshacían del talento con el que contaban cuando éste se volvía demasiado oneroso. El venezolano Miguel Cabrera, Josh Beckett y Dan Uggla, todos electos al Juego de Estrellas, figuraron entre las figuras cedidas por los Marlins. Pero este año, los ejecutivos del club se pavonearon por el hotel en Dallas. En Twitter, abundaron las bromas. Alguien dijo que los Marlins habían comprado los Yanquis y que habían contratado a Brett Favre, el retirado quarterback del fútbol americano. Es un gran paso para una franquicia que se había considerado austera durante años. "¡Guau!, los Marlins están sobresaliendo", dijo en Twitter el jardinero Torii Hunter, de los Angelinos, un equipo que tiene un buen presupuesto. "Hay fiesta beisbolera en Miami". "Esto es bueno para el béisbol", opinó el gerente general de los Padres de San Diego, Josh Byrnes. "Hay mucha emoción. Es asombroso cómo este deporte se maneja por ciclos". Andrew Zimbalist, profesor de economía del deporte en el Smith College, dijo que Loria quiere dar al público durante el año próximo un equipo competitivo para que la gente vuelva al estadio. Por ese motivo, resulta adecuado gastar ahora mucho dinero, añadió. "Nadie sabe si esto dará frutos", dijo Zimbalist. "Pero creo que es la apuesta correcta. El momento adecuado para hacer esto es cuando te mudas a un nuevo estadio".

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