Mariano Rivera: "Tuve miedo de padecer cáncer"
Desde Puerto Caimito, el lanzador panameño de los Yanquis de Nueva York, Mariano Rivera, el destinado a ser el mejor cerrador de todos los tiempos, aseguró este viernes que “tuvo miedo de padecer cáncer” y que “el retiro del receptor puertorriqueño Jorge Posada fue algo muy difícil para él”. ¿Cómo te sientes de salud, Mariano? Hubo preocupaciones en Panamá a raíz de los problemas de las cuerdas vocales. “Estuve muy preocupado. Ahora mismo, estamos bien, gracias a Dios. Estuve con la doctora hace poco y me dio el OK, para ya seguir. Temíamos porque en las cuerdas vocales habían como unas ulceras y temíamos de que pudiera ser cáncer. Esa fue la gravedad por la que hicimos la operación lo más pronto y, gracias a Dios, el resultado fue negativo”. ¿Cómo tomaron los Yanquis el retiro de Jorge Posada? “Fue algo bastante difícil para nosotros como compañeros, ya que teníamos toda una carrera juntos y los Yanquis, pues, aceptaron que ellos tenían que seguir adelante. Algún día, no voy a estar con el equipo, tampoco Derek (Jeter). Así que los Yanquis tienen que hacer lo que tengan que hacer para seguir adelante. No porque nosotros no estemos allí, los Yanquis van a dejar de ser. Todo tiene un final y tenemos que seguir adelante”. ¿Te habría gustado que Jorge Posada fuera tu receptor en el rescate 602? “Créeme que sí… lo pensé mucho, lo oré mucho, pero, lastimosamente, no pudo ser…”. Panamá es un país que ha dado grandes deportistas, de la talla de Roberto “Mano de Piedra” Durán y Rod Carew, ¿se considera Mariano que está a la altura de estos dos grandes ídolos? “Yo nunca me he considerado más o menos que nadie. Siempre he tratado de dar lo mejor de mí. Simplemente, yo soy compañero de equipo, no individual. Por eso estoy en los Yanquis. No soy un pelotero que ha sido individual. Para mí, la máxima figura del país se llama Roberto Durán”. ¿Pasan por tu mente en este momento imágenes cuando eras pequeño que jugabas aquí y que jugabas en Puerto Caimito? “Ojalá yo hubiera tenido este terreno cuando yo era pequeño. No teníamos este terreno de esta manera. El terreno mío era la playa y, allí, era donde nosotros jugábamos. Pero se hizo lo que tenía que hacer y, gracias a Dios, los resultados fueron buenos. Ahora mismo, creo que tenemos un buen terreno y vamos a darle el mayor uso a la mejor capacidad que podamos tener”. Mariano, ¿vas a enseñarles a los niños tu arma secreta el cutter? “Bueno, te digo la verdad, aquí se va a enseñar de todo. Eso va a venir después, pero queremos tener un buen tiempo con los jóvenes, con los muchachos, y pues yo creo que el señor nos ha regalado un hermoso día para la práctica”. ¿Cada año es más difícil dejar la familia e irse de pretemporada a Tampa? “Sí, se hace difícil, también la corredera, los aviones, los hoteles y cualquier cosa. Pero eso es parte del trabajo y queremos… yo no vine a quejarme, vine a tratar de dar lo mejor de mí”. ¿Cómo se siente Mariano Rivera en Puerto Caimito? “Esta es mi casa”.