Alex Rodríguez, en riesgo de perder su carrera
Hace dos décadas, cuando Alex Rodríguez fue la primera selección en el draft de las Grandes Ligas, su coach en la escuela segundaria le auguró un futuro luminoso. "Tiene una gran ética de trabajo, humildad y confianza", dijo Rich Hofman. "Será un ejemplo para Seattle y para las Grandes Ligas. Espero que el éxito no eche a perder eso". Rodríguez, con tres premios al Jugador Más Valioso, 14 participaciones en el Juego de Estrellas, dos contratos que alcanzaron cifras sin precedentes e innumerables controversias posteriores, es el blanco principal y más adinerado en una investigación sobre dopaje, que podría culminar el lunes con una larga suspensión. En vez de seguir el paso con el que otrora pareció inevitable que superara algún día a Babe Ruth, Hank Aaron y Barry Bonds en la lista de los mejores jonroneros de la historia, Rodríguez corre incluso el riesgo de quedar exiliado en forma permanente del béisbol, junto con Pete Rose y Shoeless Joe Jackson. En 2009, cuando Rodríguez admitió por primera vez que había consumido sustancias dopantes, se disculpó en repetidas ocasiones y se justificó al decir tres veces que era "joven y estúpido". "Estoy en una posición en la que tengo que recuperar la confianza", dijo entonces en una conferencia de prensa en el campo Steinbrenner, en Tampa, Florida. "Lo único que pido hoy a este grupo y a los estadounidenses es que me juzguen sólo a partir de este día. Eso es todo lo que puedo pedir". A-Rod, quien tiene 38 años, es ahora uno de los temas principales de conversación en casas, oficinas, cafés y calles de todo el país. La decisión que anunciaría el lunes el comisionado de las Grandes Ligas, Bud Selig, definirá la carrera de Rodríguez, eclipsando sus 647 jonrones, sus fracasos recurrentes en la postemporada, su coronación en la Serie Mundial de 2009 con los Yanquis de Nueva York y también sus romances con Madonna, Kate Hudson, Cameron Díaz y Torrie Wilson. Y no es que hagan falta motivos para que la gente lo etiquete y le ponga motes.