Manager venezolano sufre pelotazo y es internado
Luis Salazar, un manager venezolano de ligas menores de los Bravos del Atlanta, estaba despierto y reaccionaba a las indicaciones de los médicos tras ser golpeado en el rostro por una línea de foul durante un partido de exhibición. Salazar podría haber sufrido una conmoción cerebral, una fractura en el rostro y lesiones alrededor del ojo izquierdo, informó el gerente general de los Bravos, Frank Wren. El venezolano fue trasladado en helicóptero al Centro Médico Regional de Orlando. Wren no había recibido el reporte oficial del hospital sobre su estado de salud. "Es una bendición que Luis esté vivo", dijo Wren tras el partido en que San Luis venció 6-1 a Atlanta. "Hasta ahora los exámenes han sido positivos. Un cirujano ocular lo está observando ahora. Fue un accidente muy inusual". "No podía hablar cuando llegaron los paramédicos", agregó Wren. "Estábamos muy preocupados cuando iba camino al hospital, pero ahora nos sentimos un poquito mejor". Salazar, de 54 años, estaba inconsciente cuando una ambulancia ingresó al terreno de juego a recogerlo, dijo Wren. El manager recibió el golpe de una línea de Brian McCann mientras estaba parado en la cima de la escalinata del dugout de primera base, en el primer inning del partido. Según el ejecutivo, el impacto de la pelota fue entre la nariz y el ojo izquierdo. "Fue lo peor que he visto en un campo de juego", dijo el astro de los Bravos Chipper Jones, que estaba en la primera base cuando McCann conectó el foul. "No estaba consciente para nada. Estaba desmayado. Lo miré para ver si estaba respirando; pensé que su vida podía estar en peligro". El encuentro entre los Bravos y los Cardenales se suspendió casi 20 minutos y también se consideró cancelarlo. McCann se retiró del partido después de poncharse en su turno al bate y se presentó al hospital junto a un preparador físico. Los Bravos informaron que el hijo de Salazar, que presenció el partido, y su esposa, que no estaba allí, también acudieron al hospital. Rodrigo López, el pitcher mexicano que abrió el juego por los Cardenales, dijo que la escena fue "espantosa". Salazar jugó en las Grandes Ligas de 1980 a 1992, mayormente con San Diego, Detroit, los Cachorros y los Medias Blancas de Chicago. Bateó para .261, con 94 jonrones, jugando sobre todo como tercera base, y disputó la Serie Mundial de 1984 con los Padres. Salazar tiene previsto ser el manager del equipo de Clase A de los Bravos en Lynchburg, Virginia. Las últimas tres temporadas fue entrenador de bateo de la filial de Doble A de los Dodgers de Los Angeles. "Lo primero que pensé fue que quería verlo respirar y que estuviera bien", dijo el piloto de los Bravos, el cubano Fredi González. "No supimos hasta la séptima u octava entrada que respiraba por su cuenta".