Jonathan Araúz, un auténtico grandes ligas

Es admirable ver jugar y defender con orgullo la camiseta de su patria tal como lo hace el estelar jugador de grandes ligas Jonathan Araúz en la Serie del Caribe de Mazatlán, México.

Esta joven promesa del béisbol panameño volvió a ser figura en la segunda victoria de la tropa istmeña en el torneo caribeño.

Cargó con su oportuno bateo la ofensiva de Panamá ante los colombianos, pero más importante ha sido verlo jugar y tomar la batuta de líder de la modesta escuadra istmeña.

De sus manos seguras se gestionaron jugadas defensivas que sacaron de apuros al pitcheo criollo, especialmente en el séptimo episodio cuando entró al montículo el zurdo coclesano Davis Romero.

Este chico, que no dejó de entrenar ni creer en el mismo para ganarse un puesto en el super equipo de los Medias Rojas de Boston, energiza el camerino de la novena panameña con su juego y entrega en el terreno.

Juega al cien por ciento para hacer ganar al equipo y aprovecha toda su experiencia acumulada en la pelota organizada para aconsejar y ayudar a sus compañeros de equipo.

Y así lo ha hecho desde que se integró al equipo como uno más este chico que con tan solo 16 años consiguió un pasaporte para alcanzar su mayor sueño.

No se alardea, sino por el contrario, trata en todo momento de sumarse al esfuerzo del conjunto y tomar la iniciativa para empujarlo hasta el punto más alto.

Por ejemplo, en el juego de hoy ante Colombia, lo vimos nuevamente aconsejando al joven receptor Rodrigo Vigil luego de un turno al bate.

De igual manera conversaba con el intermediaria nicaragüense Jesús López con quien ha hecho una buena mancuerna, de las más sólidas en esta edición del clásico caribeño.

Si Robinson Canó está jugando en la Serie del Caribe no se ha notado puesto que el infielder panameño ha acaparado todas las miradas hacia él con su dinámico juego y madurez para jugar el béisbol.

Así el panameño número 64 en debutar en las Grandes Ligas siente un gran orgullo de representar a su país en la llamada Serie Mundial del béisbol caribeño.

Es admirable verlo jugar de la forma como lo está haciendo en Mazatlán, incluso bajo la amenaza de la Covid-19.

No solo por su talento beisbolístico sino porque tiene un alto concepto de la influencia positiva que transmite a otros jóvenes que sueñan alguna vez llegar tan lejos como él.

Texto: Harmodio Arrocha