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Humberto Mejía salió como pudo de la tormenta

El análisis de un experto

Humberto Mejía / AFP
Harmodio Arrocha - Periodista deportivo
24 2020 - 13:37

Facebook: Harmodio Arrocha Sports/Tres innings y dos tercios de sufrimiento tuvo el panameño Humberto Mejía, que este domingo cargó con la derrota de los Marlins de Miami, por pizarra de 9-3, frente a los Nacionales de Washington.

El lanzador, de 23 años de edad, aguantó como pudo 3.2 capítulos, en los que toleró 7 hits, 4 carreras, dos de ellas limpias, con 2 bases por bolas y 4 ponches.

Mejía, un novato que fue directo de Clase A a la Carpa Grande, en su tercera apertura de la temporada salió como pudo de la tormenta tras un inicio titubeante.

Pero de las derrotas también se aprende y creo que fue positivo todo los obstáculos que tuvo que sortear ante los campeones de la Serie Mundial.

De esta forma el novato istmeño se lleva su segunda derrota en las Grandes Ligas.

Es difícil prever el futuro de Humberto Mejía, pero está claro que los planes del mánager Don Mattingly siguen intactos con el diestro panameño.

A lo largo de 3.2 episodios y 82 lanzamientos al plato, Mejía confrontó problemas para poder terminar a los bateadores.

Lamentablemente la derrota se le carga a su cuenta, pero en la misma incidieron notablemente dos fallas de su cuadro que no le permitió un mayor recorrido en el juego.

Después del gran susto que pasó empezando el partido tras el garrotazo por todo el centro del quisqueyano Juan Soto [robaron un jonrón], el shor stop Miguel Rojas no palanqueó a tiempo a la inicial un roletazo caliente de Turner, para meterlo en problema en el segundo inning, donde los Nacionales tomaron ventaja 2-1.

En el tercero volvió a enderezarse, pero luego en el cuarto inning, cuando el istmeño saltó del box, en jugada clave para cerrar el episodio, el intermedista Jonathan Villar dejó caer la bola sobre un tiro perfecto del receptor.

No tuvo dominio de sus pitcheos y permitió hits en cada una de las entradas, lo que contribuyó a que acumulara muchos lanzamientos por inning.

La bola rápida se movió entre 92 y 93 millas por hora. Dejó su marca en 0-2, y desmejoró a 5.40 su efectividad.

Por lo pronto Mejía sigue aprendiendo y seguro que lo veremos nuevamente en el montículo.

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