Así le fue a la delegación panameña en la temporada recortada de las Grandes Ligas
La mayoría de los que jugaron en la etapa regular fueron lanzadores
Al terminar la etapa regular, de una temporada 2020 del béisbol de las Grandes Ligas, reducida por la pandemia del COVID-19, hacemos un alto para observar lo que fue la participación de los peloteros panameños en ese nivel.
En 60 juegos para cada equipo, dentro de la fase preliminar, participaron siete jugadores nacidos en Panamá. De ellos dos debutaron, Jonathan Araúz con los Medias Rojas de Boston y Humberto Mejía con los Marlins de Miami.
Araúz, quien se desempeña como jugador de cuadro interior, participó en 25 encuentros en los que bateó 18 imparables en 72 turnos, para un promedio de bateo de .250. Recibió 21 ponches y ocho bases por bolas.
El lanzador Mejía acumuló dos derrotas en tres partidos iniciados. Lanzó 10 episodios en los que concedió 13 imparables y ocho carreras (seis limpias), con una efectividad de 5.40 con los Marlins, quienes lo transfirieron a los Diamondbacks de Arizona que lo colocaron en su campo de entrenamiento alternativo el resto de la campaña.
Los serpentineros Jaime Barría (1-0, 3.62 de efectividad), de los Angelinos de Los Ángeles, Paolo Espino (0-0, 4.50 de efectividad), de los Nacionales de Washington, Ariel Jurado (0-0, 11.50 efectividad), de los Mets de Nueva York, y Javier Guerra (1-0, 10.13 efectividad), de los Padres de San Diego, y el 'infielder' de los Bravos de Atlanta Johan Camargo (.200 promedio de bateo), también participaron en esta campaña.
Edmundo Sosa y Darío Agrazal, dos jugadores panameños que iniciaron la temporada en las nóminas de los Cardenales de San Luis y los Tigres de Detroit, respectivamente, no pudieron participar. Sosa dio positivo de COVID-19 y, aunque se recuperó, no fue reincorporado al roster grandes ligas de los Cardenales y Agrazal sufrió una lesión en el antebrazo derecho, a pocos días de cumplir con su primera apertura, de la que no se recuperó a tiempo.