Amaya y Herrera siguen los pasos de "Calicho" Ruiz

Facebook: Harmodio Arrocha Sports/Puede que Miguel Amaya e Iván Herrera no lleguen a ser una aproximación del retirado catcher chiricano, Carlos "Calicho" Ruiz. Eso solo lo sabremos con el tiempo. Pero hasta ahora van en la ruta correcta.

Y ambos han tenido un despegue más llamativo que el del gran máscara que brilló con luz propia en el Big Show con los Filis de Filadelfia.

En sus primeras campañas en el sistema de Ligas Menores, lo que han hecho es realmente fantástico.

Ambos prospectos han crecido a niveles muy buenos respondiendo a mayores retos años tras año, mostrando su utilidad para equipos que han valorado su gran potencial.

Ahora bien, las pruebas más duras, cuando los Cubs y Cardenales aprieten más la presión, están por llegar una vez pase la pandemia del COVID-19.

Y justo ahí, sabremos si están listos para mostrar de qué material están hecho.

Amaya ya tiene cuatro años en la organización de los Cachorros de Chicago.

Por su lado, Iván Herrera, ha generado buenos comentarios en San Luis, donde su trabajo es altamente valorado.

Este 'chico' antes que azotará la pandemia tenía una invitación al entrenamiento de grandes ligas de los Cardenales. Va bien, pero necesitará crecer frente a los retos que le vienen.

'Calicho' tuvo un despegue muy discreto en las fincas de los Filis, pero su aprendizaje fue muy rápido, especialmente en la defensa detrás del plato, donde obtuvo una maestría y fue realmente fantástico.

Demoró para crecer en su bateo, su debilidad, pero eso lo compensó con su mascoteo y la potencia de su brazo de hierro.

De todas formas, será interesante ver cómo avanzan hacia el trayecto que con creces superó 'Calicho' Ruíz, para consolidarse como uno de los mejores receptores de su generación de las Grandes Ligas.

Ruiz ganó su única Serie Mundial en 2008, sus mejores números fueron en la campaña de 2012, donde bateó para .325, con 16 jonrones y asistió al Juego de Estrellas.

Y no se olviden de los cuatro juegos sin hit ni carrera, incluido el juego perfecto de Roy Halladay.

¡Están de acuerdo conmigo!