Los Warriors comienzan a dar muestras de flaqueza

Tras absorber una abrumadora derrota 113-95 ante los Detroit Pistons, el entrenador interino de los Golden State Warriors, Luke Walton le recordó a los reporteros la humanidad de su equipo: "Esta es la NBA. Cualquiera puede ser arrollado".

Reminiscente del slogan "Todos los hombres deben morir" de 'Game of Thrones', 'Cualquiera puede ser arrollado" es un signo de que los Warriors no están ajenos a las consecuencias negativas, aún si su rendimiento temprano en la temporada sugería una conquista histórica y sin mancha del básquetbol.

Esto ha sido especialmente verdadero recientemente, cuando Golden State no está jugando su mejor juego. El dominio de Andre Drummond en las tablas, la explosión ofensiva de Kentavious Cladwell-Pope y la noche perfecta de anotaciones de Aron Baynes (6 de 6) puso de marcado relieve el estado actual de los Warriors.

Puede ser que no hayan estado pidiendo la noche del sábado 'pateada de trasero', como Walton lo llamó, pero estaban tendiendo hacia ella. Los Warriors han tenido episodios de juego planos. Entre los ejemplos: gran parte del partido del lunes en casa ante el Miami Heat, la pérdida desarticulada en Denver y la primera mitad ante los Lakers del jueves.

Tras la derrota abierta del sábado por la noche, el pívot Andre Bogut se refirió a la baja defensiva del equipo. "Ahí es donde está el mayor resbalón. Nosotros vamos a anotar puntos. Nuestra defensa ha estado horrenda, aún en el pasado par de victorias que tuvimos".

Draymond Green tuvo también palabras duras para la resistencia de Golden State. "Nos batieron", dijo sin rodeos al comenzar su conferencia de prensa posterior al partido.

Mientras la defensa de Golden está lejos de la ejemplaridad, su ofensiva pudo haber estado peor el sábado. Aparte de Stephen Curry, quien anotó 38 puntos con 26 tiros, sin incluir los dos triples que fueron borrados por faltas ofensivas, los Warriors estuvieron apagados ofensivamente. Sin contar los intentos de Curry, los Warriors acertaron 21 de 68 para 57 puntos.

Hubo momentos en que encapsularon la profunda ciénaga de Golden State en este juego. Andre Iguodala intentó una bandeja en reversa que ni tocó el aro y de fue por detrás del cristal como un bumerang. Festus Ezeli lanzó un tiro libre al aire. Curry le hizo señas a Klay Thompson que debería empujar la pelota de vuelta a un Bogut abierto a reiniciar la ofensiva.

Thompson ni siquiera se dio cuenta o llamó su propio número, cuando se fue en jugada de aislamiento y falló in tiro brincado. Detroit desvió repetidos pases y bloqueó cualquier destello de inspiración a los Warriors que se presentaba ocasionalmente. Los Warriors notablemente peleaban entre sí, como hacen los equipos cuando están abajo grande y no pueden conseguir paradas.

En total, Golden State exhibió un nuevo nivel de frustración. Curry recibió una falta técnica después de que el pívot suplente lo envió al suelo sin que sonara el silbato. Green recibió una técnica cuando empujó a Andre Drummond después de un tiro libre. Walton recibió una técnica por su reacción luego de que no se cantara en un bloqueo a Harrison Barnes.

Hablando de Barnes, esta fue su primera prueba en el cuadro titular desde la lesión de tobillo que sufrió en noviembre y fue un debut poco auspicioso. Barnes se fue de 11-2 para cinco puntos y un menos-26 en la noche. Si está saludable, hay pocas razones para dudar que Barnes puede juntarse con los titulares como una vez lo hizo. Aún así, este juego habló de por qué los Warriors están cautelosos de traerlo a tiempo completo al ruedo.

Esto es solo un juego, y quizás la 'llamada de atención' que necesita Golden State. Después de la acción, muchos jugadores lo sugirieron. Es difícil saber si el mini malestar de Golden State está preocupando o simplemente discordante en comparación con el dominio armónico que le precedió.

Después de toda la charla de la racha histórica y las 72 victorias de los Bulls, uno podría ser influenciado por esa creencia de la perfección. Incluso podría ser posible descartar este reciente "deslizamiento", si no fuera por la competencia que se acerca.

Los San Antonio Spurs tienen un mejor diferencial de puntos que Golden State y están ahora a dos meros juegos atrás en la tabla de posiciones. Solo por existir, hay ha refutación al excepcionalismo de los Warriors, un recordatorio de que repetir el título está lejos de estar asegurado. Cierto, Golden State ha perdido solo cuatro juegos. En esta coyuntura, en cualquier otra temporada, 'cuatro derrotas' sería una forma sucinta de acallar preocupaciones. Pero también sucede que esta es una temporada en la que los San Antonio Spurs ha hecho a los demás lucir vulnerables por comparación.

Después de esta llamada a la atención, los soldados de Golden State van camino a Cleveland para jugar ante un equipo que solo ha perdido una vez en casa esta temporada. Los Warriors juegan ante San Antonio en Oracle una semana dentro de una semana. El equipo que en una ocasión lucía infalible está a punto de enfrentar su mayor prueba, justo cuando luce vulnerable.

Texto: Ethan Sherwood Strauss (ESPN.com)