Isaac, de los Magic, primer jugador NBA que permanece de pie durante himno
Mientras sus compañeros se arrodillaron
El joven ala-pívot de los Orlando Magic Jonathan Isaac fue este viernes el primer jugador de la NBA que no se arrodilló durante el himno estadounidense, un gesto de protesta contra el racismo que se está llevando a cabo en todos los juegos del reinicio de la temporada.
Mientras sus compañeros de Orlando y sus rivales de Brooklyn Nets hincaron la rodilla en la pista durante el himno, Isaac permaneció de pie durante toda la interpretación manteniendo sus manos en la espalda.
El jugador afroamericano, de 22 años, tampoco vistió como el resto una camiseta negra con el lema "Black Lives Matter" (La vida de las personas negras importa) y en cambio escuchó el himno con su uniforme de los Magic.
El resto de jugadores de los Magic, de los Nets, los entrenadores y los árbitros se arrodillaron en la cancha sin espectadores de Disney World (Orlando), algunos de ellos con los brazos entrelazados y otros levantando el puño al aire.
Este mismo gesto de protesta fue llevado a cabo al inicio de los dos juegos con los que el jueves se reanudó la temporada de la NBA, entre los Utah Jazz y los New Orleans Pelicans y entre Los Ángeles Lakers y Los Ángeles Clippers, incluidos sus jugadores estrella LeBron James y Kawhi Leonard.
Todos los jugadores de esos partidos portaron también la camiseta negra con la inscripción "Black Lives Matter".
La NBA establece en su reglamento que los jugadores deben escuchar el himno erguidos, pero el comisionado Adam Silver dijo el jueves que, bajo las "circunstancias únicas" que se viven en Estados Unidos por el actual clima de protesta contra el racismo, la liga no actuará contra los equipos.
La liga y los jugadores se comprometieron a que este final de temporada sirva de altavoz de las actuales manifestaciones contra el racismo y la brutalidad policial desencadenadas por el crimen del afroamericano George Floyd, a manos de un policía blanco dos meses atrás.
El gesto de hincar la rodilla, uno de los símbolos de las protestas, fue popularizado en 2016 por el jugador de football americano Colin Kaepernick, quien fue en su momento objeto de duras críticas, entre ellas del presidente Donald Trump, y nunca volvió a ser contratado por ningún equipo de la NFL.