Daryl Morey, protagonista de fuerte polémica con China, renuncia como manager de los Rockets
Luego de más de una década con el equipo de Houston
El manager general de los Houston Rockets, Daryl Morey, quien fue protagonista hace un año de una gran polémica entre la NBA y el gobierno de China, anunció el jueves su renuncia tras 14 años en el equipo.
Morey comunicó su decisión a mediados de septiembre al propietario de la franquicia, Tilman Fertitta, después de que los Rockets fueran eliminados en la segunda ronda de playoffs ante Los Angeles Lakers (4-1) en Disney World (Orlando), según la cadena ESPN, que avanzó la renuncia en la mañana del jueves.
"Después de regresar de Orlando y reflexionar sobre lo que han sido unos increíbles 14 años con los Houston Rockets, y después de discutir mis pensamientos con la familia y amigos cercanos, he decidido que me apartaré de la organización de los Rockets a partir del 1 de noviembre", confirmó posteriormente Morey en un comunicado.
Morey, que ocupaba el cargo de manager general desde 2007, colaborará con los Rockets en la transición hacia una nueva dirección deportiva y la elección de un nuevo entrenador que sustituya a Mike D'Antoni, que también abandonó el equipo tras la derrota en playoffs.
"Dirigir la organización de básquetbol de los Rockets ha sido la experiencia más gratificante de mi vida profesional", afirmó. "Estoy muy confiado en que el futuro - para los Rockets y nuestros increíbles aficionados - está en buenas manos, y que los Rockets continuarán compitiendo al más alto nivel".
Morey, de 48 años, era un foco de atención en la NBA desde que en octubre de 2019 publicó un tuit en favor de las protestas prodemocracia en Hong Kong que generó una crisis diplomática entre el gobierno chino y la liga.
Directivos y estrellas de la NBA intentaron calmar la indignación de Pekín pero el conflicto escaló y la cadena de televisión pública china dejó de transmitir los partidos durante un año, hasta su reanudación el pasado viernes para el quinto partido de las Finales entre los Lakers y los Miami Heat.
Tanto Fertitta como el comisionado de la NBA, Adam Silver, apoyaron a Morey a pesar de los pedidos desde China de su despido y las pérdidas de cientos de millones de dólares que generó la polémica, incluyendo millones en patrocinios a los Rockets, que es uno de los equipos más populares en China desde que fichó en 2002 a la estrella local Yao Ming.
"Un brillante innovador"
Según ESPN, el actual vicepresidente de operaciones de básquetbol de los Rockets, Rafael Stone, será promovido al puesto de manager general en sustitución de Morey, quien en 2019 había firmado una extensión de su contrato por cinco años más.
Bajo la dirección de Morey, los Rockets han alcanzado los playoffs de la NBA en cada una de las últimas ocho temporadas, la mayor racha activa en la NBA, pero nunca llegaron a las ansiadas Finales. Sus mejores resultados fueron dos finales de la conferencia Oeste perdidas ante los Golden State Warriors en 2015 y 2018.
"Daryl es un brillante innovador que ayudó a los Rockets a convertirse en un continuo contendiente", le reconoció el dueño del equipo, Tilman Fertitta.
La etapa de Morey en los Rockets no solo supuso una revolución deportiva para la franquicia texana sino que tuvo un importante impacto en el desarrollo del juego en la NBA.
Morey fue el principal defensor de la toma de decisiones basadas en la estadística analítica, lo que le convenció de que los Rockets debían virtualmente renunciar a los tiros de media distancia en favor de un aumento dramático de los lanzamientos de tres puntos, que considera más eficientes.
A esta tendencia se fueron sumando poco a poco otros equipos de la NBA.
El ejecutivo hizo grandes apuestas para explotar las virtudes de los Rockets y encontrar al complemento ideal de su estrella James Harden, fichando primero a Chris Paul y luego traspasándolo por Russell Westbrook.
En la última temporada, Morey llevó su visión hasta las últimas consecuencias vendiendo a su único pívot, Clint Capela, y planteando un estilo de juego experimental y arriesgado, sin ningún hombre alto en cancha y confiando en el acierto en el lanzamiento de larga distancia y la versatilidad defensiva.