Cuando Adidas rechazó a Jordan por "bajito"
En 1984, ante su debut en la NBA, el mito del baloncesto acudió a la marca alemana, pero ésta no se atrevió a apostar por él
NBA/El mítico jugador de baloncesto y sus zapatillas llevaron a Nike a otro nivel. Conozca la historia de cuando Nike apostó por el mejor juagdor de baloncesto de la historia.
Por Victor Osorio/Expasión.com. En 1984, Jordan firma con Nike y se une a Chicago Bulls. El resto es la historia del mejor jugador de baloncesto de todos los tiempos y del acuerdo de márketing deportivo más importante jamás firmado.
Primer error.
Draft de la NBA de 1984 y Houston y Portland eligen a Hakeem Olajuwon y SamBowie por delante de un tal Michael Jeffrey Jordan.
Segundo error.
El jugador quiere que Adidas le patrocine, pero al caos de la empresa alemana en esos años se une que sus ejecutivos piensan que Jordan es "demasiado bajito". Aparece entonces Converse en escena y le ofrece 100.000 dólares al año por unirse a su nómina de jugadores, entre ellos Larry Bird y Magic Johnson. Pero Jordan no quiere ser uno más y Phil Knight lo sabe.
¿Resultado?
Jordan firma con Nike y se une a Chicago Bulls. El resto es la historia del mejor jugador de baloncesto de todos los tiempos y del acuerdo de márketing deportivo más importante jamás firmado.
Jordan y Nike despegan
Nike era en 1984 una empresa en crecimiento que había pasado de facturar 28,7 a 867 millones de dólares en 10 años, pero a pesar de contar con Carl Lewis le faltaba un icono en sus filas. Su apuesta por Jordan fue decidida: le ofreció 500.000 dólares por temporada durante 5 años -el triple del mayor acuerdo hasta ese momento- y personalizó un producto como no se había hecho nunca: nacía Air Jordan. A cambio, Nike podía romper el contrato si el jugador no conseguía al menos uno de estos objetivos en los siguientes tres años: ser novato del año, jugar un All Star o meter 20 puntos por temporada. Cumplió los tres en su año de debut.
Jordan empezaba a volar y Nike lo hacía de su mano. La NBA también ayudó. La liga obligaba entonces a que las zapatillas fueran blancas, pero las Air Jordan eran rojas y negras.En cada partido que el 23 de los Bulls se ponía sus zapatillas, recibía una multa de 5.000 dólares que pagaba Nike. A cambio, obtuvo una campaña de publicidad enorme y las Air Jordan cosecharon en su primer año 100 millones de dólares en ventas.
Luego llegó la mítica noche en el Garden cuando Larry Bird dijo aquello de "Dios se ha disfrazado de jugador de baloncesto" y su campaña de 1986, igualando a Chamberlain al anotar más de 3.000 puntos. Su entrenador en los Bulls, Doug Collins, fue en una ocasión cazado diciendo a su equipo: "Pásenle el balón y apártense de su maldito camino".
En 1987, Nike sacaba las Air Jordan II y desde entonces ha ido lanzando un nuevo modelo cada año. Si con las Air Jordan III se impuso a Dominique Wilkins en el mítico concurso de mates de 1988, no fue hasta el modelo VI, en 1991, cuando consiguió su primer anillo de campeón. Luego llegaron dos más, un oro en Barcelona 92 con el Dream Team, su retirada para jugar al béisbol, su vuelta con aquel escueto comunicado ("He vuelto"), otros tres títulos con los Bulls y sus años finales en los Wizards.
Mientras, año tras año el lanzamiento de las Air Jordan eran un fenómeno de masas mundial. Inspiradas en una pantera, en un coche de lujo o en un avión de combate y apareciendo -el modelo XI- en la película Space Jam, cada nuevo par de zapatillas iban dándole a Nike más y más dinero.
La era post Jordan
Y así ha seguido siendo tras su retirada en 2003, cuando sus zapatillas han sido calzadas por Ray Allen, Reggie Miller, Carmelo Anthony o Russell Westbrook, entre otros. A lo largo de todos estos años, el Jumpman, el logotipo de la marca Jordan (en los dos primeros modelos aparecían unas alas) ha sido uno de los más famosos y rentables del mundo.
De hecho, en 2014 Michael Jordan fue el deportista retirado con los mayores ingresos (100 millones de dólares), mientras que Nike es la marca deportiva líder y cerró su último año fiscal con 30.000 millones de dólares en ventas, un 13% más. Hoy, 30 años después de ese primer modelo rojo y negro, más de la mitad de las zapatillas de baloncesto que se venden en EEUU llevan el nombre de Jordan.