China se opone al apoyo estadounidense a Taiwán, que según Pekín es parte de su territorio y ha dicho que la va a recuperar un día, incluso por la fuerza.
China intensificó en los últimos años el envío de aviones y buques de guerra alrededor de Taiwán para presionar su reclamo de soberanía sobre la isla, algo que Taiwán rechaza
Estados Unidos y sus aliados suelen transitar por los 180 kilómetros del estrecho de Taiwán para reforzar su condición de vía internacional, lo que irrita a China.
Ni el gobierno chino ni su ejército se han pronunciado sobre las maniobras en el mar de China Oriental, el estrecho de Taiwán, el mar de China Meridional o el Pacífico occidental.
La gira del gobernante taiwanés incluye visitas a Islas Marshall, Tuvalu y Palau, las únicas naciones del Pacífico que figuran entre los 12 países que mantienen relaciones diplomáticas con Taiwán.
China se niega a renunciar a la violencia para hacerse eventualmente con el control de Taiwán, y en los últimos años se han vuelto habituales las incursiones de aviones y buques de guerra chinos en las inmediaciones de la isla.
Su potencia es similar a la del tifón Gaemi, que se convirtió en julio en la tormenta más fuerte en alcanzar Taiwán en ocho años. Sin embargo, con un radio de 320 kilómetros, Kong-rey es el ciclón más extenso en casi tres décadas.
El presidente de Taiwán, Lai Ching-te, prometió el lunes que su gobierno "continuará protegiendo el sistema constitucional democrático y libre, resguardando la seguridad nacional".
Antes de avanzar hacia Taiwán, Krathon arremetió contra un conjunto remoto de islas en Filipinas, donde se reportaron ocho personas heridas y una desaparecida tras el paso del ciclón.