Panamá recibió a 299 migrantes de distintas nacionalidades; 171 de ellos han aceptado ser regresados de forma voluntaria; incluso una ciudadana irlandesa ya fue devuelta a su país.
La cooperación entre las autoridades de Panamá y Costa Rica es esencial para gestionar este flujo migratorio en los próximos meses de manera controlada, evitando una crisis migratoria.
Inicialmente, la llegada de los deportados a San José estaba prevista para este miércoles, pero luego las autoridades costarricenses informaron que arribarán el jueves.
Entre las principales recomendaciones destaca la regularización temporal del estatus migratorio, sugiriendo al Servicio Nacional de Migración emitir una resolución que determine la condición de estas personas mientras se gestionan los procedimientos
Costa Rica es el tercer país centroamericano que acepta colaborar en estas repatriaciones desde que el republicano Donald Trump asumió la presidencia de Estados Unidos el 20 de enero.
Durante el encuentro, realizado en la sede de la
Conferencia Episcopal Panameña
, los participantes evaluaron el impacto de las recientes políticas migratorias y delinearon estrategias para fortalecer la acción pastoral de la Iglesia en la región.
Las autoridades de ambos países continúan trabajando en conjunto para evitar una crisis migratoria en las áreas fronterizas, especialmente con el pronóstico de que más de 10,000 migrantes podrían intentar llegar a esta zona.
Según confirmó el mandatario José Raúl Mulino, el Ministerio de Seguridad ha registrado un inusual aumento de 95 ciudadanos iraníes, que ingresaron por la selva de Darién.