Detención de Martinelli y escándalo Odebrecht, ‘martillazos’ a la institucionalidad panameña
La detención del expresidente Ricardo Martinelli en Miami, Estados Unidos y la acusación de sus abogados sobre el sistema de justicia panameño, profundiza la crisis de desconfianza en las instituciones del Estado.
A esta situación se suman una serie de escándalos de corrupción, como el caso Odebrecht, cuyo impacto remece al sistema político y judicial.
En este sentido, son diversos los escenarios a los que se enfrenta el país y que demanda, según los panelistas del Radar de este domingo 25 de junio, conocer las medidas que deben tomar todos los panameños como nación para superar esta coyuntura.
Una situación “compleja”
Para Magaly Castillo, de la Alianza Ciudadana Pro Justicia, la situación que vive el país es demasiado compleja, debido a la gran cantidad de casos de corrupción que se están investigando, procesos relacionados con el expresidente Martinelli, que están en manos del Ministerio Público desde hace más de dos años y medio.
Eso sin contar la gran lesión patrimonial ligada al escándalo Odebrecht, según sostuvo Castillo.
“O sea, que estamos hablando de muchos millones de dólares que aquí se despilfarraron producto de estas licitaciones amañadas y el país, de lo que está ahora mismo pendiente es de eso. Toda la coyuntura que estamos viendo hoy, es precisamente por el seguimiento a esta situación y saber en qué va a quedar”, recalcó.
Para Castillo, la percepción ciudadana es que no va a pasar nada y que el sistema de justicia no está funcionando y que hay impunidad.
En tanto, Alfonso Grimaldo, del diario digital Nueva Nación relató que la democracia restaurada, posterior al régimen de Manuel Antonio Noriega se tornó en democracia frágil pero incipiente y poco a poco se fue deteriorando, primero con presidentes nombrando a magistrados de a dedo y posteriormente con la introducción de la empresa Odebrecht a Panamá.
“Finalmente llega Ricardo Martinelli, que le pega el último martillazo al sistema institucional del país y ahora hemos llegado a una situación extrema”, consideró Grimaldo.
Agrega Grimaldo que el Órgano Judicial ha renunciado a administrar los problemas que están sucediendo en el país.
Mientras, Horacio Icaza, del Movimiento Independiente (Movin) considera que el Ejecutivo ha fracasado en general y las instituciones están cada día más débiles.
“Sobre esa débil institucionalidad empieza a perderse la credibilidad de las personas”, sentenció Icaza.
Por su parte, Rubén Castillo, expresidente de la Asociación Panameña de Ejecutivos de Empresa (Apede) indicó que “el problema fundamental es que tenemos una democracia sin ciudadanos. Hay déficit de participación y una especie de tristeza colectiva, producto de una circunstancia en la cual la gente tiene la percepción sentida de que las cosas no avanzan en los caminos en que deben avanzar, en coordinación con la justicia”.
Reitera el expresidente de Apede, que “la gente no tiene confianza en las instituciones y en la ausencia de la confianza se va abonando el camino de la anarquía”.
Una larga coyuntura
Para el politólogo Harry Brown, venimos de una coyuntura muy larga, puesto que normalmente son cortas, pero que en el país salieron a relucir con el escándalo de los Papeles de Panamá, la reforma electoral, el escándalo Odebrecht y ahora la detención del expresidente Martinelli.
Alega que se ha abierto una coyuntura en donde el país ha estado debatiéndose entre si logra ser más transparente o logra haber revisión de cuentas.
“No es poca cosa que el expresidente de nuestro país esté enfrentando a la justicia”, sostuvo Brown.
La “inaceptable” acusación de la defensa de Martinelli
La acusación de la defensa del expresidente Martinelli en la Corte en Miami, que demoniza a la justicia panameña como un sistema en el que no se puede confiar, impresiona a la mayoría de los panelistas.
Sobre este tema, Grimaldo dijo que es una situación paradójica, porque resulta que fueron los “martillazos” que dio el exmandatario, los que han dejado a la justicia en el estado en el que se encuentra.
Lo mismo piensa Magaly Castillo, al decir que la Corte Suprema de Justicia (CSJ) panameña es “la corte de Martinelli”.
“O sea, la Corte Suprema que hoy está administrando justicia en el país es la corte de Martinelli. Seis de esos magistrados fueron nombrados por el señor Ricardo Martinelli”, manifestó.
El papel que debe jugar cada panameño
Para Grimaldo, no va a ser la Asamblea Nacional la que tenga que rescatar la situación institucional, ni la Corte Suprema de Justicia, ni mucho menos el Ejecutivo. "Vamos a ser nosotros los ciudadanos ejerciendo presión, educándonos sobre la institucionalidad y reclamándole a las autoridades que hemos electo, que trabajen en función de lo que deben hacer".
Sobre el caso Odebrecht, Grimaldo dice:
“Me rehúso a que normalicemos una situación, donde Odebrecht, piratas y ladrones siguen operando en nuestra nación. Porque por cada ladrillo físico que pone Odebrecht, quita un ladrillo a la dignidad nacional que tenemos como República y eso no se debe tolerar”.
Mientras, sobre la justicia, el expresidente de Apede considera que se deben utilizar los mecanismos para que ésta logre su objetivo, que es “descubrir la verdad”.
“La justicia no puede entenderse como una venganza pura y simple. Tiene que entenderse como lo que es, a través de las investigaciones, que sean expeditas, que sean confiables, y lleguen a un resultado, pero para eso hay que tener confianza”, sostiene Castillo.
Además, apela a que se deseche la dinámica de que la corrupción es una forma de Gobierno, porque de otra forma, nunca se podrá rescatar la institucionalidad.
Consideran los panelistas, que la forma de gobernanza a través de un sistema más austero y cercano al pueblo, el análisis y conciencia ciudadana, involucrarse, más docencia y divulgación, ayudarán a rescatar la confianza y la esperanza del pueblo panameño en sus instituciones.