Caja de Seguro Social, en cuidados intensivos
El sistema de salud en Panamá está en cuidados intensivos, agobiado por el poder político y económico y la burocracia excesiva. ¿Cuáles son los puntos débiles del sistema actual? ¿Qué se debe mejorar? La situación fue analizada por un panel de expertos este domingo 26 de agosto en el programa Radar.
La Caja de Seguro Social (CSS), uno de sus actores y de las instituciones con mayor presupuesto del Estado con un aproximado de 5 mil millones de dólares asignados para 2019, parece no salir de una crisis para caer en otra y termina atrapando a miles de asegurados que exigen un mejor servicio y medicamentos a tiempo oportuno.
El desabastecimiento de medicamentos, en especial para tratamientos de enfermedades crónicas, es una constante en la vida de los asegurados en los últimos años. Faustina Díaz, vocera de los pacientes de hematología, señaló que actualmente hay 19 renglones en este servicio “que están en cero”.
“Hace más de dos años venimos dialogando con las altas autoridades de la Caja de Seguro Social para ver cómo hacemos que la situación mejore. No hay respuesta”, señaló. “Los trámites internos administrativos burocráticos, un proceso que va desde no sé cuántos meses, años (...). En pleno siglo XXI, no puede ser que todavía estemos en esa situación”.
Varios especialistas en el panel coincidieron que la escasez de medicinas e insumos en distintas administraciones es un ejemplo de las fallas en el sistema, provocado por una multiplicidad de factores y de una discusión postergada desde la última reforma a la Ley de la CSS.
Para Salvatore Basile, docente universitario y asesor en la administración de René Luciani en la CSS, es necesario vencer los intereses políticos para tomar acciones a futuro. Agregó que la manera en que se diseñó el sistema de la Caja de Seguro Social “también forma parte de las razones de la realidad que tenemos”.
“Que hay un costo político, que hay intereses en el medio, es indudable. Pero como panameños estamos obligados a sentarnos y discutir esto, así como plantear qué queremos en materia de salud para toda la República. La discusión está pendiente, pero es un tema de voluntades”, manifestó.
Otros panelistas añadieron que la falta de planificación y la infraestructura insuficiente son otros de los factores que dificultan la gestión de la Caja de Seguro Social.
Felipe Argote, vicepresidente de la Asociación Panameña de Ejecutivos de Empresas (Apede), consideró que se debe dejar de trabajar con el “esquema de buena voluntad” y de dar “análisis sociológicos a un problema administrativo”.
El empresario propuso se instale un grupo de crisis, donde se encuentren los involucrados en la toma de decisiones para resolver un tema específico, y designar a otra persona que se encargue de los cambios internos y asuntos administrativos a largo plazo.
“Los que administramos tenemos que ser responsables de cambiar la forma de actuar de los subalternos y tener las herramientas suficientes para poder sacar del sistema a aquellos que no se adecuan a las necesidades de algo”, puntualizó Argote en el programa Radar.
En tanto, el doctor Eddy Cabrera, integrante de la Comisión de Alto Nivel para la Transformación de la Salud, destacó que la falta de una cultura de planificación, los controles extenuantes y lentos, así como la estructura montada no nos permiten ver cambios en el sistema de salud de Panamá.
A eso, Cabrera sumó la inequidad en el servicio médico, donde se destinan más fondos a las instalaciones citadinas y no se establecen planes concretos para el resto de la Nación.
“Mientras que haya ineficiencia y burocracia, hay un caldo de cultivo para la corrupción. Es así y no se puede cambiar”, comentó en Radar. “No tenemos claro el norte, no tenemos una estructura de homologación de medicamentos tanto para la Caja de Seguro Social y el Ministerio de Salud. Si no queremos cambiar el sistema, no vamos a cambiar los resultados”.
Entre las críticas, el Gobierno intenta transformar y modernizar el sistema informático para la gestión y compra de medicamentos, además de sacar la política partidista de la CSS.
La principal apuesta del ministro de Salud, Miguel Mayo, es un proyecto de Ley que busca acelerar la compra de los medicamentos y de insumos médicos, a pesar del descontento y cuestionamiento de algunas asociaciones de pacientes y gremios por la distorsión del mismo.
“Las personas que colocamos en las cadenas de suministro deben ser personas con estudios en este tema. Un proyecto de Ley busca que los nombramientos sean por concurso académico, no políticos. Estamos tratando de alejar la política partidista para que el sistema sea eficiente”, resaltó.
Para Mayo, quien señala Panamá debe ir hacia un sistema coordinado o unificado de salud, se requiere un análisis profundo sin obviar los aspectos sociales. “Lo que queremos es que las personas en este país vayan a una instalación de salud y reciban una atención adecuada y salgan, si necesitan, con su receta satisfecha”, dijo en Radar.
El doctor Edgardo Saavedra, el subdirector nacional de Atención Especializada en Salud de la CSS, aseguró que la entidad ha avanzado en el ámbito estructural y aspira formar a la mayor cantidad de especialistas. También explicó que se ha evitado la construcción de instalaciones de la Caja de Seguro Social y el Ministerio de Salud (Minsa), una frente a otra.
“La Caja ha logrado en varios sitios de la República inaugurar instalaciones que estaban pendientes. En la parte estructural todavía nos falta, pero hemos avanzado”, afirmó.
"Hay que ser sinceros: el país requiere más médicos, más enfermeras. La curva de educación para un médico es mínimo de 8 a 10 años y un especialista, de 14 años”, aseveró. “Es vital que la población entienda que la parte médica y especializada demora tiempo en formar (...). Si seguimos pensando que es de un día para otro, no lo vamos a lograr”.