La búsqueda de una vacuna contra la COVID-19 en el radar

Alrededor del mundo, los países libran una competencia feroz por descubrir y obtener una vacuna contra la COVID-19. Hoy en Radar, un panel de expertos explicó el proceso para su desarrollo y las posibilidades de Panamá de tener acceso a la misma.

En búsqueda de una vacuna

El doctor Eduardo Ortega, del Consorcio de Investigación de Vacunas del COVID-19 en Panamá, destacó que nuestro país tiene una larga historia de investigación de vacunas que se extiende por más de 20 años, con participación en la creación de vacunas importantes como la del neumococo, el virus del papiloma humano y la diarrea causada por rotavirus.

Explicó que si bien actualmente hay entre 166 y 200 vacunas contra la COVID-19 en desarrollo, de cada 100 vacunas que se intentan para distintas enfermedades, solo entre 5 o 10 llegan a licenciarse.

Además, el desarrollo de estas vacunas toma tiempo. La vacuna que menos tiempo demoró para desarrollarse fue la de la papera que duró 5 años, aunque se espera que la de la COVID-19 cree un nuevo récord.

A pesar de estas limitaciones, el doctor Ortega compartió buenas noticias. Anunció que a través del Consorcio, el Ministerio de Salud (Minsa) y Cancillería, ya se ha hecho contacto con al menos 5 compañías, algunas en Estados Unidos y otras en Europa, y Panamá ha sido preseleccionada para al menos tres proyectos de investigación diferentes, uno de los cuales podría iniciar a mediados de agosto y otro en octubre.

A pesar de la urgencia que sienten los países, entre ellos Panamá, por obtener una vacuna, el Dr. Ortega afirmó que “no se van a tomar atajos y no se van aprobar vacunas si no son seguras.”

Medidas alternas contra la COVID-19

Sobre el uso o no de la hidroxicloroquina, la doctora Illueca explicó la diferencia entre que su uso clínico genere aparentes resultados positivos en ciertos casos específicos y que verdaderamente se compruebe su eficacia a través de medicina basada en ciencia con estudios contra placebo y otras medidas.

En caso de usarla, resaltó la importancia de tener un consentimiento plenamente informado por parte del paciente, ya que sí se ha comprobado que el medicamento puede tener riesgos cardíacos.

La doctora Illueca sí mostró su preocupación con el uso de la azitromicina, por ser un antibiótico fuerte que no se ha comprobado tenga algún efecto contra viruses, pero que podría generar resistencia bacteriana.

Con respecto a los Kits anunciados recientemente por el Ministerio de Salud, Illueca destacó que ha sido una estrategia utilizada por la Organización Mundial de la Salud contra enfermedades como el cólera para ayudar a descongestionar los cuartos de urgencia, y calificó como “genial” que estos incluyan un oxímetro.

El aspecto humano

Para el doctor Jorge Eduardo Ritter, la pandemia ha desnudado los contrastes y desigualdades en la sociedad panameña, mostrando las carencias de miles de panameños y su capacidad de enfrentar tanto el virus como el encierro.

A nivel de instituciones, señaló como uno de los principales contrastes que la pandemia encontró una gran solidez bancaria, pero un sistema de salud con inmensas limitaciones.

Jorge Medrano, decano de la Facultad de Medicina de la Universidad Latina y exministro de Salud, destacó que “en reapertura que se haga tienen que hacer un amarre con el bienestar humano,” particularmente observando las necesidades de las personas provenientes de las comarcas y el interior, quienes suelen sobrevivir como pueden día tras día.

“Hay que seguir trabajando en la comunidad, motivar, acercase a ellos y no marginarlos como si fueran parias,” enfatizó Medrano. “Que se sientan que son ciudadanos del país y que los queremos. Eso será fundamental.”

La recuperación

Por su parte, el economista senior del PNUD Javier Bronfman, se refirió a la respuesta económica a la pandemia y los prospectos de recuperación de los distintos países de la región.

Explicó que según un reporte de la Cepal, Panamá aparece en los países que menos medidas han tomado y que ha pasado a unirse a las líneas de los países que van a sufrir fuertemente los efectos de esta pandemia, aunque con una posible caída del PIB de menos del 10%.

El panorama para la región no es alentador, ya que “hay países que se están reencontrando con la pobreza extrema y las ollas comunes, cosas que no se veían desde los años ochenta,” por lo que esperan un retroceso de décadas en cuanto a desarrollo, pobreza y desigualdad.

Sin embargo, destacó el rol que tendrán la institucionalidad y la gobernabilidad en las posibilidades y velocidad de recuperación, por lo que hizo un llamado a todos los actores, no solo los gobiernos, de trabajar en fortalecerlos.