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Lo que no se vio en el día 18 del Mundial: el llanto de Neymar y la rabia de Messi

Copa del Mundo 2022

El fútbol no deja de sorprender en el Mundial de Qatar: en los penales, Brasil fue eliminado ante Croacia y Argentina pasó a semifinales ante Países Bajos.

Neymar
Neymar / Neil Hall
Valentina Varesio - Periodista Digital
09 de diciembre 2022 - 22:01

Doha, Qatar/Nada en este viernes (9), primer día de cuartos de final del Mundial, fue previsible. Pero el partido que abrió la jornada fue el más sorpresivo.

La selección favorita para ganar esta edición de la Copa del Mundo, Brasil, cayó en la disputa de penaltis contra el equipo croata, a pesar del plantel lleno de estrellas y su competente entrenador, Tite.

Antes del partido, los brasileños estaban animados. Según muchos fanáticos, era un juego fácil para la "Canarinha", que los llevaría a ir contra Argentina en un enfrentamiento histórico.

Entre los más entusiasmados estaba Neymar, quién llegó al Estadio Education City en su traje más "especial", sus característicos lentes oscuros.

La felicidad prontamente se convirtió en nerviosismo cuando empezó el partido, más complicado de lo que anticiparon los fans.

El conjunto de Tite se vio frustrado durante la mayor parte del juego con una actuación dominante del trío del medio campo croata: Marcelo Brozovic, Mateo Kovacic y Lucas Modric, además de una partida excepcional del portero Dominic Levakovic.

El guardametas croata fue la figura del partido. Bloqueó 7 intentos brasileños, parando seguidas veces su ataque estrellado.

Brasil fue superior en el partido, jugó para estar en semifinales. Pero el fútbol no se trata de justicia, sino de marcar goles - y en eso los sudamericanos fallaron.

Los 90 minutos de tiempo regular terminaron en 0 a 0, y la prórroga fue emocionante. En el minuto 105+1', Neymar, pensó haber marcado el gol de la victoria en la prórroga cuando superó a Levakovic y disparó con fuerza al borde de la red.

Pero Croacia, subcampeona de 2018, respondió a falta de cuatro minutos para el final y, en su único disparo a portería, Bruno Petkovic igualó el 1 a 1.

Entonces, en los penales, Tite cometió el error que le costó a Brasil el tan soñado "hexa": escogió al joven Rodrygo como primero a patear, y el delantero del Real Madrid, nervioso, falló el tanto, poniendo más presión sobre sus compañeros.

Si el entrenador brasileño quedó como villano de la derrota, el héroe para los oponentes ciertamente fue Levakovic. El portero defendió el primer penal brasileño y abrió la ventaja para dar tranquilidad al conjunto europeo, que se encargó de marcar 4 veces y garantizar su lugar en las semifinales.

El festejo de los fans en Croacia fue intenso. Alrededor de todo el país, multitudes gritaron con la clasificación inesperada.

Luca Modric, el mayor ídolo futbolístico del país, también celebró emocionado junto a sus compañeros.

Muy respetuoso, en especial con sus amigos del Real Madrid, Modric también fue a hablar individualmente con algunos de los oponentes, para consolarlos.

Pero ningún gesto podría confortar a los futbolistas de Brasil, incrédulos y frustrados. La mayoría no pudo contener las lágrimas después de la eliminación.

Fue tan conmovedora la emoción de Neymar, que hasta el hijo de Ivan Perišić, Leo, fue a confortar a la estrella del Paris Saint Germain.

Tras ser eliminado del torneo, Tite renunció al cargo de Director Técnico de la selección de Brasil.

Aparte de los croatas, otro pueblo tuvo una gran felicidad con el resultado en el Education City, los argentinos.

Rivales históricos de su vecino sudamericano, los hinchas de la Albiceleste celebraron la victoria de Croacia como si fuera su país.

Y la fiesta azul y blanca no paró ahí. Argentina también clasificó a las semifinales en un juego tenso ante Países Bajos.

La tensión empezó antes del pitido inicial, con declaraciones del entrenador Louis Van Gaal que Lionel Messi calificó como "falta de respeto" hacia la selección de Lionel Scaloni.

El técnico holandés expresó antes del partido que el 10 no apoyaba defensivamente, que ya habían podido "neutralizarlo bien" y que veía a su conjunto como favorito en caso de que ocurrieran penales.

Las palabras molestaron al plantel sudamericano, y el resentimiento entre los jugadores fue visible en el Lusail Stadium.

En los primeros 15 minutos Argentina mostró superioridad a la hora de dominar la posesión del balón, y tuvo las mejores oportunidades del primer tiempo. El gol llegó a los 34 minutos, Messi hizo una jugada brillante, dejó atrás a dos rivales y encontró un pase perfecto para Molina, que abrió el marcador.

En el segundo tiempo, los argentinos volvieron a presionar alto y sufrieron un penal, que el capitán anotó para garantizar el 2 a 0. Tras hacer su gol, el 7 veces mejor del Mundo celebró enfrente al banquillo holandés, imitando la pose característica de Riquelme.

Países Bajos se quedó sin reacción hasta el minuto 65, cuando volvió con todo al juego. El primer gol holandés vino al minuto 83, y devolvió la fuerza a la selección de Van Gaal.

Desde ahí, los ánimos se exaltaron más. Después de cometer una falta a Aké, Paredes pateó el balón hacia el banquillo holandés. La actitud no fue bien aceptada y provocó una enorme confusión con los suplentes, que invadieron la cancha derrotando a jugadores argentinos, que también entraron en la pelea.

Terminó siendo un juego violento, que entró en el libro de récords como en enfrentamiento con más tarjetas amarillas de todos los Mundiales, 17 en total. Las faltas cometidas fueron 48.

El árbitro, Mateu Lahoz, fue duramente criticado por los futbolistas de Argentina, especialmente por lo que ocurrió en el final del partido. Con el marcador en 2 a 1 a favor de los albicelestes, Lahoz dio 10 minutos de tiempo extra - y Holanda los aprovechó, marcando un gol salvador en el último segundo, literalmente, con Weghorst.

El segundo juego del día también fue a prórroga.

Los 30 minutos finales tuvieron el mismo espíritu de los 90 minutos regulares, pero ningún equipo pudo marcar.

La fiesta argentina se reservó a los penales, con destaque absoluto para el guardametas Emiliano "Dibu" Martínez, quién detuvo dos penales de los Países Bajos y dio a su país un lugar en la semifinal.

Los argentinos no perdonaron a los holandeses, y celebraron delante de ellos su victoria. Messi fue al encuentro de Van Gaal en el banquillo, y discutió frente a frente con el entrenador.

El enojo del 10 se tradujo en palabras contra Weghorst durante su entrevista con Tyc Sports.

El capitán también disparó críticas contra Van Gaal y Mateu Lahoz, con declaraciones polémicas.

Pero ni el resentimiento de su mayor ídolo impidió a la fanaticada argentina hacer una enorme fiesta. Dentro y fuera del estadio, en Qatar, Argentina y Bangladesh, multitudes expresaron su alegría por el agónico triunfo.

Hasta el hijo más grande de Lionel Messi y Bad Bunny se unieron al festejo.

El próximo partido de Argentina será contra Croacia el próximo martes (13), para definir uno de los finalistas de la Copa del Mundo de Qatar 2022.

Mañana (10), Francia se enfrenta a Inglaterra y Portugal a Marruecos con el objetivo de conseguir un espacio en la segunda semifinal del torneo.

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