Inglaterra: Gareth Southgate sigue bajo la lupa de los críticos

Catar/Al clasificar a Inglaterra con comodidad a los octavos de final del Mundial de Catar, Gareth Southgate mandó callar, al menos de manera temporal, a los críticos. Pero cualquier decisión que tome será escrutada por una opinión pública despiadada. 

Un primer puesto, siete puntos de nueve posibles, nueve goles marcados -su récord en una primera ronda del torneo-, y dos goles encajados cuando el partido ya estaba ganado o casi, el balance de la primera fase es excelente casi en todos los aspectos.

En cuanto a los jugadores, Harry Maguire ha resucitado, Kyle Walker ha recuperado la forma y Marcus Rashford carbura. Además, no hay lesionados ni futbolistas con tarjetas amarillas.

Todo apunta a que detrás de todo está su seleccionador, que ha logrado un balance notable desde su llegada hace seis años.

Inglaterra se quedó no solo en una vergonzosa eliminación contra Islandia (2-1) en la Eurocopa 2016, sino también en su peor Copa del Mundo de la historia, dos años antes, con un punto en tres partidos y un último lugar en el grupo superado por Costa Rica.

- Posiciones divididas -

Desde entonces, Southgate ha llevado a su equipo a semifinales del Mundial en Rusia, a la final de la Eurocopa, que perdió en los penales contra Italia, y al primer puesto en la fase de grupos del Mundial de Catar. 

El triunfo contra Irán (6-2) fue el noveno en una competición importante para Southgate, lo que permitió borrar el récord de Alf Ramsey, el hombre que condujo a Inglaterra a coronarse en 1966 y que permaneció 11 años en el cargo.

Elevó sus victorias a diez contra Gales, tras meter a Rashford y Phil Foden en el descanso, una elección ganadora ya que los dos jugadores marcaron los tres tantos de la victoria (3-0). 

"Son los jugadores los que hacen que este tipo de decisiones funcionen”, comentó con modestia el técnico de 52 años que sabe cómo, en el fútbol como en todas las cosas, la memoria de la opinión pública y los medios de comunicación puede ser corta.

Southgate comprendió hace mucho tiempo que hay en él algo que divide a una parte del público, pese a sus modales sigilosos.  

Su discurso muy articulado, no desprovisto de humor, su pragmatismo, o sus salidas políticas para denunciar los puntos xenófobos de la campaña por el Brexit o para apoyar las luchas contra la discriminación, seduce a algunos pero crispa a otros muchos hinchas ingleses que solo esperan el primer revés para criticarle.

- Lo serio comienza ahora -

Sin apartarse nunca de su flema, nunca se deja arrastrar ni por las alabanzas, ni por las críticas, y no pierde de vista el objetivo. 

"Hasta ahora estamos realmente satisfechos, pero las cosas serias comienzan ahora", reconoció después del partido contra Gales.

Con todos sus jugadores disponibles, las opciones fuertes que funcionaron, la experiencia acumulada, es el único maestro a bordo.

"Diferentes adversarios pueden necesitar composiciones diferentes", señaló en una rueda de prensa, para dejar bien claro que no se prohibía nada incluso una posible vuelta a una defensa de tres centrales. 

En cualquier caso, tiene la total confianza de sus jugadores en torno a los cuales ha creado un cofre de confianza y determinación que será una de las mayores fuerzas de Inglaterra.

"No creo que tenga que ser un genio para ver lo mucho que hemos mejorado desde 2016. No se pueden comparar las dos situaciones ni el sentimiento en el campamento base", aseguró Rashford en rueda de prensa previa al choque contra Gales.

"Tenemos un equipo fuerte. No tenemos miedo de nadie. Tenemos que demostrar que tenemos lo necesario para ganar el Mundial. ¿Creo que es así? Sí", remachó el atacante del Manchester United.