Catar 2022: Trofeo de la Copa Mundial FIFA es tratado con cariño antes del Mundial
Catar 2022
"Venga, vamos a hacer que brille ahora..." Antes del Mundial-2022, la Copa del Mundo se ha hecho una limpieza de cara en el lugar donde la creó el italiano Bertoni, cuyos empleados comparten con los campeones el privilegio de poder tocar ese trofeo tan deseado.
Como cada cuatro años, el más hermoso objeto de deseo del planeta fútbol regresó a la periferia de Milán para pasar una meticulosa inspección y someterse a un esmerado cepillado y barnizado antes de partir de gira por los 32 países clasificados, a la espera de ver qué manos la levantarán al cielo de Doha el 18 de diciembre.
"Cuando regresa vemos que es una copa que ha sido celebrada. Pero es entendible: hay que pelear para ganarla, así que cuando se logra hay por fuerza mucha alegría", sonríe la patrona Valentina Losa, al recibir a la AFP delante de vitrinas repletas de trofeos -nacionales e internacionales- producidos por la empresa familiar instalada en Paderno Dugnano.
Esta mujer, de algo más de 40 años, reconoce estar "siempre muy emocionada" cuando, después de cada Mundial, regresa el trofeo de 36 centímetros de altura y de más de seis kilos de oro macizo y de malaquita (la piedra verde visible en la base): "Es bastante impresionante saber que los mejores futbolistas la han tenido en sus manos. Estamos entre los pocos en poder levantarla, en conocer todos sus secretos".
- Medio siglo de vida -
El trofeo original de la Copa del Mundo sólo puede ser tocado por los antiguos campeones y por los jefes de Estado, además de los encargados de su cuidado y transporte, según se indica en la página de la FIFA, propietaria del mismo.
Esta copa de la que sobresale un globo terrestre fue creada por la empresa GDE Bertoni hace más de cincuenta años.
Después de que Brasil se quedase en propiedad el precedente trofeo alado (Copa Jules-Rimet) merced a su tercer título, en 1970, en virtud del reglamento de la época, la FIFA lanzó un concurso en el que postularon 53 empresas.
"Mi padre había diseñado ese proyecto con el escultor y el director artístico Silvio Gazzaniga. Ellos fueron a Zúrich con un modelo de yeso y ganaron el concurso", explica la propietaria.
El mantenimiento del original (limpieza, pulido, reparaciones eventuales, inscripciones de los campeones en una placa en la parte de abajo) ya se llevó a cabo hace un tiempo. La empresa milanesa estuvo ocupada las últimas semanas sobre todo en la producción de las medallas que reciben los participantes y los campeones, y en la finalización de la réplica oficial del trofeo.
Porque aunque los campeones del mundo reciben el original después de la final, sólo pueden conservar una réplica, idéntica al ojo para alguien no experto, pero hecho de latón bañado en oro.
- 'Un equipo de fútbol' -
En el taller donde se afanan los empleados, varios vaciados se entremezclan, en medio de estanterías metálicas, con herramientas de todo tipo y barreños de lavado o de dorado. La tarea más delicada será elegir los buenos trozos de puzle para tener éxito en el 'copia-pega' más exacto respecto al original, hasta las fibras de la malaquita.
"El procedimiento es antiguo, no es mecánico, realmente artesanal", explica el responsable de producción, Salvatore Iannetti. "Para nosotros es un orgullo poder trabajar como se hacía hace años".
"Este trabajo implica a una decena de personas, casi un equipo de fútbol", añade el experto de 53 años.
"La vamos a hacer brillar ahora", anuncia junto a él Ahmed Ait Siti Abdelkader, preparado para barnizar la réplica con pistola. El artesano no alberga demasiadas esperanzas de que pueda ser ganada por Marruecos, su país de origen.
Salvatore Iannetti, tifoso a más no poder, es consciente de que deberá esperar al menos a 2026 para ver a Italia, no clasificada para Catar, levantar el trofeo por quinta ocasión: "No participar una segunda vez consecutiva duele, pero Italia jugará otras competiciones, ¡llegará nuestro momento!"