Catar 2022: Australia se pronunció sobre situación de derechos humanos en sede mundialista
Selección de Australia
La selección de fútbol de Australia se convirtió este jueves en el primer conjunto clasificado para el Mundial-2022 en criticar abiertamente a Catar por el no respeto de los derechos humanos que acompañó a la organización de la competición, que comenzará el 20 de noviembre.
Dieciséis miembros de la selección masculina australiana, que se halla en el grupo de Francia, al igual que Dinamarca y Túnez, aparecen en un escueto video explicando su toma de posición.
"Estos dos últimos años nos hemos dedicado a comprender y conocer mejor la situación en Catar", explican los futbolistas. "Nosotros no somos expertos pero escuchamos a organizaciones como Amnesty (International), la FIFA" y, "más importante, a los trabajadores extranjeros en Catar".
El video está acompañado de un comunicado de la Federación Australiana de Fútbol. "Agradecemos los progresos significativos y las reformas legislativas que tuvieron lugar en Catar estos últimos años para reconocer y proteger los derechos de los trabajadores y alentamos a todos los actores a proseguir en esta vía de las reformas", escribió la FFA.
"Sin embargo, también hemos tenido conocimiento de que el torneo fue asociado al sufrimiento de los trabajadores migrantes y de sus familias y eso no puede ser ignorado", prosigue el texto.
Football Australia también exhortó al pequeño emirato gasífero a mostrar mayor tolerancia hacia las relaciones homosexuales, que son actualmente ilegales en Catar.
Los capitanes de algunas selecciones europeas, como Inglaterra, Francia y Alemania, portarán durante el Mundial brazaletes con los colores arcoíris y el mensaje 'One Love' en el marco de una campaña antidiscriminación LGBT.
La llegada masiva de trabajadores extranjeros permitió a Catar preparar las infraestructuras necesarias a un año de uno de los mayores eventos deportivos del mundo. Fue necesaria la construcción de nuevas carreteras, un nuevo aeropuerto, una red ferroviaria a medida y siete nuevos estadios.
Según Amnesty International, estos trabajadores migrantes originarios especialmente de Bangladesh, Nepal e India recibieron salarios de miseria y trabajaron en condiciones muy precarias.