Brasil: Dani Alves reconoció que no está en su mejor momento
Copa Mundial Catar
Dani Alves, el jugador con más títulos de la historia del fútbol, capitaneó a Brasil en la intrascendente derrota 1-0 ante Camerún, este viernes en el estadio Lusail, escenario de la final del Mundial en 16 días. Le falta el trofeo más grande y tiene cuatro partidos por delante para conseguirlo.
El reto había comenzado hace cuatro años, cuando una lesión le impidió jugar su tercer Mundial en Rusia-2018. "Mi objetivo es Catar", dijo entonces en lo que sonó a una 'boutade' de un tipo que en esas fechas rondaría los 40.
Hace un mes Dani Alves se ponía en forma con el Barcelona B y este viernes saltaba al césped con el mítico brazalete de la pentacampeona: "Dame una misión y yo la ejecuto. Si hay algo en lo que soy bueno en la vida es en ser un buen ejecutor. La confianza no se pide, se conquista".
- Supera a Thiago Silva -
La leyenda de los 43 títulos cantó con emoción su himno, como su amigo Neymar en las gradas, mientras la 'torcida' desplegaba en un fondo una enorme bandera de Pelé con el mensaje 'Get well soon'.
En el palco de autoridades, le observaba su antiguo compañero en el gran Barcelona de Pep Guardiola Samuel Eto'o, ahora presidente de la federación camerunesa.
Alves se convirtió en el jugador brasileño de más edad en participar en un Mundial, superando a Thiago Silva (38), titular en los dos primeros partidos en Catar y que se quedó en el banquillo.
Comenzó el choque ante Camerún y Alves compartió su eterna banda derecha con Antony, la nueva perla del Manchester United, 17 años más joven.
Conectaron bien. Las filigranas y los regates eran cosa del meritorio, mientras que el veterano le daba continuidad a las jugadas.
En ataque se metía hacía dentro y ejercía de interior, mientras Antony se quedaba con toda la banda.
Ante un equipo camerunés limitado, Alves no sufría en defensa. Y en ataque dispuso de una buena falta desde su zona preferida, pero el balón se le fue por encima del larguero (33).
- Último baile con la Seleçao -
Lejos quedó el Dani Alves omnipresente, capaz de atacar y defender sin pausa. Su ocaso pasa por ser consciente de sus limitaciones y taparlas con inteligencia, sin olvidar su toque privilegiado.
"Sé que no estoy en mi mejor momento pero tengo cosas que aportar", advirtió el jugador el jueves con sinceridad, confirmando que Catar es su última parada la selección tras 16 años de servicios.
Con el choque ante Camerún igualó en la clasificación histórica de internacionales a Roberto Carlos (126), que siguió el partido en la tribuna junto a Ronaldo. Por delante Cafú y su récord de 150, según la Federación Brasileña.
Sobre su papel en Catar como decano del grupo de Tite, había mostrado la claridad que acostumbra: "Si tengo que tocar la pandereta, seré el mejor".
No hizo falta, en un partido gris de una formación B de Brasil, Alves estuvo a la altura y en la segunda parte no bajó el nivel, atreviéndose con algún regate y buscando el área en un par de centros.
Tras el gol de Vincent Aboubakar (90+2) y el pitido final, Alves se marchó abrazado al camerunés Eric Choupo-Moting. Corea del Sur ya espera en octavos.