Ruby Cianca
“Mi padre fue uno de los primeros beneficiarios de la Fundación Mc Comarck y esa experiencia me motiva a diario a querer regalar esa misma esperanza de vida a otros panameños que la necesitan”.
Ruby visita a cada una de las personas que requiere de una prótesis y hace la evaluación de cada caso. El trabajo es arduo, ya que la fundación también dona sillas de ruedas, andaderas, muletas, camas hospitalarias, prótesis para los ojos y bastones. Una de las metas de la fundación es tener un horno propio para la confección de las prótesis.