Qué debemos enseñarles a los niños en Navidad

Los niños aprenden de nosotros los padres.

Navidad no es solo ropa nueva, juguetes y mesa de comida elegante.

El consumismo en esta época debe ser mesurado

El verdadero valor de la Navidad está en los sentimientos
Cecy López - Periodista
17 2015 - 09:00

@CecybelLopez/La Navidad es una época llena de amor y esperanza porque nos recuerda la historia de nuestros Salvador, sin embargo, hemos perdido poco a poco el significado de esta fecha tan importante para la familia, ya que nos enfocamos en lo material y olvidamos lo valioso que son los sentimientos del ser humano.

La familia en ocasiones caemos en el error de orientar la Navidad hacia las compras, a todo lo material, y acaban pasando unas fiestas de Navidad sin sacar nada de enseñanzas en los niños. El calendario de Adviento, por ejemplo, no está sólo para que los niños coman chocolatinas o dulces, o que ganen un regalito. El Adviento, que significa preparar la llegada de la Navidad, es mucho más que las sorpresas, es la herramienta ideal para que las familias puedan inculcar el espíritu y los valores de Navidad en los pequeños.

La Navidad la representa la unión, el desprenderse de los rencores y sembrar armonía; todo lo demás es extra: los regalos, las vacaciones, las luces y los adornos, el arbolito, etc.

La Navidad se vive en Familia

Los niños aprenden de nosotros los adultos, a ellos les encanta parecerse a sus padres, o representar el papel de una persona adulta, es por ello que durante estas fiestas, los niños deben estar rodeados del calor familiar, sentir que pese a todo, en la familia existe el perdón, la unidad, la solidaridad. Inculcarles desde pequeños que durante la Navidad el valor de la familia y de los amigos, es lo que prevalece sobre lo material. Los padres debemos dedicar algo de tiempo para estar en familia, sabemos que el trabajo consume la mayor parte de nuestro tiempo, pero no es cantidad, es calidad lo que hace la diferencia.

Es importante que los padres enseñemos a nuestros chiquitos a agradecer y a decir "te quiero", a demostrar su amor sin vergüenza, a abrazar a los seres queridos. Por otro lado, el modo de celebrar la vida. Si no nos gusta que nos impongan cómo debemos celebrar las cosas buenas induciéndonos a comprar compulsivamente, a beber y a comer sin control, pensemos en cómo podemos celebrar con alegría y sana diversión, evitando también los excesos que nos llevan a dolernos física y económicamente de estas fiestas.

A la hora de la cena, también es importante concienciar a los niños que la mesa es un punto de encuentro y de unión, que nuestras relaciones sean amorosas y generosas con los demás.

La Navidad no se hizo para lucir ropas nuevas, zapatos y accesorios de lujos, para comprarles costosos regalos a nuestros hijos, aunque la sociedad clasista en que vivimos, nos imponga ese modelo, nosotros debemos tener suficiente autoridad y no dejarnos llevar por el momento.

Para concluir, nuestra tarea de padres en esta Navidad, es preparar a nuestros hijos sobre el verdadero significado de La Navidad, de los regalos, de los adornos; que ellos conozcan la historia que encierra esta fecha hermosa y que compartan con aquellos que necesitan no solo alimentos, vestidos… también brindar amor, alegría y paz a los que carecen de estos sentimientos.

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