Eyaculación femenina una gran desconocida
La mujer no debe limitarse a sentir la eyaculación femenina por lo menos una vez en su vida
Así como lo lees, este es un temita que hasta la ciencia ha tratado de obviar y negar la existencia de este placer femenino. Algunas mujeres ni conocen que esto nos puede pasar, lo confunden con las ganas de orinar y no lo pueden controlar, se encuentran con manchas misteriosas en las sábanas o colchas y llegan a sentirse mal por esa situación, piensan que algo raro está pasando con ellas. ¡Tranquila amiga! nada malo ocurre, has llegado al placer de la eyaculación femenina.
Ahora conocer la terminología es importante, la eyaculación femenina está ligada a la glándula conocida como “skene” que al ser estimulada, presionada o tocada; expulsa un líquido de color lechoso y cierto sabor salado que puede cambiar con nuestro ciclo menstrual y que no es lo mismo que la lubricación vaginal o la orina. Al ser estudiado, se ha dicho que la única diferencia que este líquido tiene con el semen es que no contiene esperma, pero sí aminoácidos, fructosa, ácido cítrico y algunas veces urea (por eso puede tener un leve sabor a orina).
La glándula de Skene se ubica entre la vejiga y la vagina y alrededor de la uretra (o en algunos casos en el interior de ésta); además colinda con la zona del punto G; por eso podemos eyacular y tener un orgasmo al mismo tiempo con la correcta estimulación. Es un tejido esponjoso con un tamaño aproximado entre 2 y 5 cm (así de grande), aunque el tamaño varía dependiendo de cada mujer. Cuando nos excitamos, la glándula se inflama de líquido y no de sangre, y puede llegar a expulsar ¡hasta un litro! Por las cantidades y su ubicación es que nos da la sensación de orinar.
¡Ojo! La eyaculación femenina no va ligada al orgasmo; es decir, puedes eyacular y no tener un orgasmo, eyacular y tenerlo al mismo tiempo, o tener un orgasmo sin eyacular. Así que no te preocupes por nada, en estos temas no hay imposiciones; sólo ocúpate de disfrutar a tope cada experiencia sexual en la que te embarques.
Gracias a Alma de Proyecto Khalo logramos aclarar conceptos y aportar los siguientes tips, que de seguro ayudan mucho a nosotras las mujeres.
- Deja los mitos y tabús y explora tu sexualidad sin restricciones, sin temor.
- Habla con tu pareja que deseas tener esa sensación de eyaculación o si prefieres empieza a conocerte a ti misma antes de practicarlo con tu pareja.
- Antes de empezar, compra unas sábanas oscuras porque será más fácil identificar la mancha blanca; también puedes comprar un cubre-colchón, por si eyaculas grandes cantidades. Lo mejor es no tener miedo a ensuciar la cama, siempre se puede lavar. Orina antes de practicar para que no quepa duda.
- No contraigas la vagina en el momento previo al orgasmo. Nosotras tenemos la tendencia de contraer nuestros músculos antes del orgasmo, pero intenta, en ese punto de no retorno, soltar los músculos (si lo puedes hacer desde antes, mejor) y empujar.
- Para conseguir la eyaculación, no es necesaria la penetración. Para eyacular necesitamos estimular (con cualquier cosa, de preferencia curva), la pared frontal de la vagina, aquello que queda contra el hueso pubis; es decir, entre la vagina y el hueso.
- Y no lo olvides; eyacular NO es orinar, no produce orgasmos, y el líquido que expulsamos NO es orina. No se trata de incontinencia urinaria ni de debilitamiento del suelo pélvico, como nos pueden decir algunos médicos o médicas.
- Por cierto, hay personas que se pueden asustar o “incomodar” con nuestra eyaculación, hay muchas otras que lo disfrutan a montones, así que puedes avisarle a tu pareja de que intentarás eyacular o que lo haces para evitar sorpresas.
Comparte con nosotros tu experiencia y si deseas aportar unos consejos, son bienvenidos.