Descubriendo el placer la mayoría de las veces por CASUALIDAD
¿Acaso es prohibido conocerme a mí mismo?
¿Puedo yo conseguir satisfacer mi deseo sexual?
¿Es malo masturbarme?
Todo tiene un principio y el descubrimiento de nuestra propia sexualidad también. Yo no sé cómo lo recordarás tú, pero muchas veces cuando se crece sin que te hayan hablado mucho de ello, descubres ciertas cosas de manera casual… Y qué casualidades más agradecidas.
Yo crecí con ese tabú que mis genitales ni yo podía tocarlos, que la desnudez era sinónimo de sexo y morbo, que jamás debía desnudarme en frente de nadie ni siquiera en grupo de mi propio género. Recuerdo mis clases de educación física eran filas largas en los baños para cambiarse en privado, nada de estar cambiándose en frente de otras niñas.
Y a medida que vivía mi adolescencia experimenté muchas cosas por casualidad, pero que ni se me ocurriera hablar de aquello, era sucio y me parece escuchar el rosario de mi abuela (qué haces, noooo, eso es pecado, no debes tocarte tú misma, bla, bla, bla…)
Lo cierto es que ese descubrimiento del placer es una búsqueda que inicia en muchos casos en la intimidad de tu propio ser y la inspiración de encontrarte en la intimidad contigo mismo. Muchas veces viene porque te inspiraste viendo una película, quien lo hace por algo que ha visto en una revista, otras personas se animan tras los comentarios de sus amistades. Y hay quien, sin más, un día tonto, en la ducha o haciendo cualquier otra cosa, se roza y descubre que… uhmmm sí, esto da gustito.
Da igual cómo sea el momento en el que te das cuenta de que en tu cuerpo está vivo, hay ciertas zonas que te hacen sentir cosas diferentes, lo que importa es cómo lo vivimos. Mucha gente ese descubrimiento lo ha vivido con miedo o culpa porque eso “no está bien” y “eso no se hace, eso no se toca”. Otras personas lo han vivido como algo más, algo no especialmente relevante, algo normal, como el que descubre que cuando algo te pica se alivia con el rascar. También están las que lo cogieron con gusto desde el primer momento y disfrutaron de ello sin problemas.
Crecemos en el placer a medida que conocemos nuestro cuerpo, a medida que descubrimos lo que nos gusta y lo que no, a medida que vamos sumando experiencias solas o acompañadas. Sin dudas las que descubre tú en tu propio placer son las mejores para luego compartirlas y ser un guía hacia tu pareja de lo que te agrada y lo que no te agrada.
La falta de una educación sexual adecuada porque “hay cosas de las que no hay que hablar, no vayas a dar ideas, de esos temas no se hablan, eso es privado” aja como si todos tuviéramos órganos sexuales distintos. La cosa es que todas estas restricciones han hecho que mucha gente se sorprenda ante cosas que son habituales. Todavía recuerdo cuando una amiga me dijo angustiada que había sangrado y no sabía por qué, pero que sus padres le habían regalado unas flores porque “ya era mujer”, lo que le dejaba una sensación más extraña todavía… Yo le expliqué que era la menstruación porque, afortunadamente, mi madre ya me había hablado de ella y, aunque no la había tenido todavía, sabía lo que venía. Lo que nunca entendí era lo de las flores, yo esperaba que mis padres, llegado el día, me diesen uno cotex o toallas sanitarias (con ansias espere mis flores y jamás llegaron). Por fortuna tenia de todo tamaño de toallas sanitarias. Así fue. Gracias.
Cuando no se habla las cosas normales pueden parecer extrañas, como la primera vez que una chica descubre que ha mojado su panty o un chico moja la cama. En ese punto, que ellos averigüen que la excitación viene acompañada de lubricación y que esa tarde de besos con su novio y ese sentimiento cálido que le había acompañado todo era uno, sin información es complicado. Por eso debemos más que ver el sexo, la desnudez y el placer como algo vulgar, como un tabú, cooperemos con brindar a nuestros hijos la información adecuada, para que luego no tengan problemas con su vida sexual, que es normal en la vida humana.
Antes no teníamos acceso a la información que se tiene ahora (qué vieja sueno, I know) pero en el fondo era lo mismo. Descubrías las cosas por ti mismo o por lo que te contaba tu grupo de amigos y ahora hay quien lo deja todo en manos de “Yahoo! Answers” o, afortunadamente, puede leer a profesionales hablando de ello.
Pueden existir dudas, puedes tardar en descubrir qué te gusta, de qué manera, si así o “asá”, si aquí o allá. Disfruta del proceso, no te agobies. Entiende a tu cuerpo y lo que a él le pasa, no tengas miedo de preguntar tus dudas y tampoco tengas miedo de descubrir las respuestas sin llegar a hacer las preguntas.
No te centres en cosas como “orgasmo”, “eyaculación”, “punto G”, “penetración”, blablabla, céntrate en las sensaciones, céntrate en el placer, disfruta de cada uno de los viajes sin tener en cuenta su destino porque al final, lo que te hace crecer, es lo que descubres por el camino.