La unión igualitaria y otras finas hierbas

El diccionario más básico define etimológicamente el termino matrimonio: “matris munium" derivado del latín: "matris", que significa "madre" y "munium", "gravamen o cuidado".-

Jamás me hubiese imaginado que en Panamá esta discusión acapararía la opinión pública. Los desfiles del Gay Pride eran imágenes lejanas a la realidad panameña: es un tema que sólo entendí cuando estuve en EE.UU y su concepto laico de lo que implica una unión.

Tengo mis juicios y mis lecturas sobre el tema, pero también valores que vienen desde antes de que tenga uso de razón, sobre lo que es una familia.

Para mi el tema no es si se legaliza la unión ante un ser supremo o ante un vil ser humano, el enfoque está en el respeto, lealtad, fidelidad, cariño y destino en común.

Aunque no me crean, entiendo a todas las partes, ya que siempre he utilizado el principio de objetividad e inteligencia emocional para poder sobrellevar las cosas o retos del destino.

Y así me surgió la pregunta, si el matrimonio es la unión de un hombre y una mujer, ¿pero esta unión ante Dios es la carta blanca para que ambos irrespeten el pacto de fidelidad, de amor y respeto hacia los hijos?

Quienes defienden la institución de la familia, les aplaudo la iniciativa, pero me sigo preguntando ¿a qué familia defendemos? La entidad como tal y que representa sólo los valores religiosos, o la que además inculca el respeto, el amor hacia los hijos y en la que la fidelidad es un norte a pesar de las tentaciones.

¿Defienden la alianza ante Dios, pero Jesús nos enseñó “amar al prójimo como a nosotros mismos”, entonces el matrimonio en mi concepto si es una institución, pero en donde el respeto debe ser la premisa. El marido respeta a la mujer, donde los hijos odedecen. Donde el inculcarles el valor de la superación y disciplina nos debe estimular a ser mejores personas.

No se si la unión de un hombre con otro hombre o de una mujer con otra mujer sería una familia “convencional” o un mal ejemplo, en esas aguas subjetivas no me meteré, lo que si dejo claro que defender el matrimonio como entidad social o religiosa en pleno siglo 21 no es suficiente. Hay que defender y promover la unión de quienes se aman y están dispuestos a edificar una FAMILIA con ejemplos no sólo de amor, sino de fidelidad y sobre todo respeto entre todos.