¿Quién revela un secreto pierde su libertad?
Contarle mi verdad a Nicolás fue mi más grande error...
A quién lo reciba…
Contarle mi verdad a Nicolás fue mi más grande error, quizás mi interés era solo cubrirle las espaldas a mi familia y así ganar tiempo, pero lo que estoy pagando cada día lo aguanto menos.
Sabéis algo, estoy asustada… Nicolás se ha convertido en un monstruo, la vida en el Edén cada vez es más difícil y Miguel… pues Miguel sigue siendo una asignatura pendiente.
Ahora que por fin supe que estaba vivo, no puedo ni respirar del dolor que me da saber que me rechaza por haberme casado con Nicolás y por habérmele entregado.
La otra parte de la historia es la peor de todas.
Ahora que sé que mis padres murieron por culpa de Nicolás, no puedo evitar sentir asco y repudio, buscar la manera de vengarme me agota, pero he tenido que buscar las fuerzas que no tengo para poder cumplir con el deseo de mis padres.
Mi padre Tomás y Milagros me piden que tenga paciencia, pero siento que cada vez estoy más comprometida con la idea de que Nicolás Parreño debe pagar por todas y cada una de las fechorías que ha cometido.
Les contaré pronto de mis progresos.
Victoria Quintero, hija de Lorenza y Tomás.
Santa Marta, 1843.