Weeden afirma que en la Contraloría persisten los intereses políticos

El archivo temporal por parte del Segundo Tribunal Superior, de al menos 72 casos de supuestos peculados e irregularidades, debido a falta de resultados de auditorías por parte de la Contraloría General de la República, ha encendido las alertas.

El excontralor Alvin Weeden ha dicho que para investigar las lesiones patrimoniales no se requiere de voluntad política, sino de un alto grado de responsabilidad del ejercicio de un cargo delicado como el de ser contralor.

Asegura que no es un accidente, que no se investiguen los supuestos casos de peculado que se habrían cometido en las Juntas Comunales, ya que lo que hay es un fin político detrás de todo, asegurando que hay aspiraciones políticas del contralor, lo que no es compatible con su cargo actual.

Hay que tener una clara definición de defensa de los recursos del Estado y cuando no la hay dentro de la Contraloría sucede lo que pasó con los casos que han sido archivados”, asegura.

Afirma que la Contraloría General de la República ha estado en crisis desde la administración del expresidente Ricardo Martinelli y se ha mantenido durante la actual administración.

Algunos de los caso que han sido archivados temporalmente son el posible peculado por el monto de 240 millones de dólares en 153 Juntas comunales, compra con supuesto sobreprecio de un mapa cartográfico de 22 millones de dólares, si hubo o no peculado en la Autoridad Marítima de Panamá y el servicio de inspección de barcos Pelesistem por 21 millones de dólares.

Además del supuesto delito contra la administración pública en la adquisición de helicópteros.

Todos los casos y otros más que hacen un total de 72, se encuentran en el mismo estatus por fallas o por falta de auditorías.

El archivo provisional se puede salvar si la Contraloría se decide a dejar la politiquería y se investiga como debe ser y asegura que hay muchas maneras de cómo llevar a delante las investigaciones, pero se ha dejado perder el tiempo tres años.

Weeden sostiene que la omisión del ejercicio de las funciones públicas, genera responsabilidad penal y el contralor Federico Humbert debe estar consciente de que la Contraloría no es una isla y su voluntad no está por encima de la Constitución y la Ley.

Sostiene que no es honesto y que es muy peligroso que un contralor se maneje de esa manera.

“Humbert se tiene que dejar de estar haciendo giras y visitando a alcaldes y representantes estando en el cargo, lo que puede hacer es dejar la Contraloría y salir hacer su campaña”, que es lo que considera correcto Weeden.

El objetivo no es denunciar al Contralor, pero le recomendó disipar la sensación de un manejo político en la Contraloría y que se pare frente a la Nación y haga el juramento de que no tiene ningún apetito político y no va a participar en las elecciones del año 2019.

Aunque se ha dicho que la Contraloría no tiene los recursos para hacer la cantidad de auditorías que se requieren, Weeden explica que esa entidad cuenta con un fondo especial que es de cuatro millones de dólares aproximadamente, que se puede incorporar al presupuesto y reforzar las investigaciones, pero esas cosas solo se pueden hacer cuando hay voluntad.

Las instituciones tienen que funcionar sin apegos políticos y en la medida que eso pase hay esperanza, puntualizó.