Violencia contra la mujer: un problema urgente en Panamá con cifras alarmantes y retos pendientes
En Panamá, el Ministerio Público reportó hasta octubre un total de 17 feminicidios, dos intentos de feminicidio y 23 muertes violentas de mujeres registradas en 2024.
Ciudad de Panamá, Panamá/La violencia contra mujeres y niñas sigue siendo una problemática crítica en Panamá. Según destaca la Organización de las Naciones Unidas (ONU), este fenómeno se perpetúa en un sistema que facilita la impunidad, la estigmatización y el silencio de las víctimas, generando un impacto devastador no solo en las mujeres, sino también en sus familias y comunidades.
La ONU clasifica esta violencia en tres grandes categorías: física, sexual y psicológica, con manifestaciones que van desde el maltrato por parte de parejas, la violencia sexual y el acoso, hasta la trata de personas, mutilación genital y matrimonios forzados. Además, según la Declaración de 1993 de la ONU, se incluyen actos de coacción, amenazas y privación de libertad tanto en la vida pública como privada.
En Panamá, el Ministerio Público reportó hasta octubre un total de 17 feminicidios, dos intentos de feminicidio y 23 muertes violentas de mujeres registrados en 2024. Estos datos destacan la gravedad de un problema que afecta a mujeres de todas las edades, incluyendo niñas y adolescentes.
ONU Mujeres define el feminicidio como el asesinato de una mujer por el hecho de serlo, y clasifica estos casos en cuatro categorías según la relación víctima-victimario: pareja íntima, familiares, otros conocidos y extraños. Esta forma de violencia no es solo un delito individual, sino una expresión estructural que perpetúa la discriminación y subordinación de las mujeres.
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Impacto en las familias y medidas insuficientes
Suky Yard, abogada y especialista en temas de violencia y protección a la mujer, señaló que en algunos de los casos las mujeres asesinadas dejan víctimas colaterales, como hijos y familiares, que enfrentan traumas severos.
La experta destacó que, en muchos de los casos, los niños son testigos de estos crímenes, lo que agrava el daño emocional. Agregó que, lamentablemente, no existe un sistema robusto que brinde seguimiento o apoyo psicológico adecuado a estos niños. La experta enfatizó que, a pesar de los avances como la creación del Ministerio de la Mujer, el Estado panameño sigue siendo reactivo en lugar de preventivo.
A su vez, que no se cuenta con políticas públicas rigurosas y fortalecidas para abordar este flagelo, en donde existe una invisibilización del problema que limita la implementación de medidas efectivas.
Cifras alarmantes y regiones en riesgo
Las provincias de Veraguas, Chiriquí y Panamá Oeste ocupan los primeros lugares en violencia contra mujeres. En Chiriquí, además, se ha identificado un preocupante aumento en la desaparición de niñas y mujeres, especialmente en áreas fronterizas, lo que podría estar relacionado con redes de trata o delitos similares.
En este contexto, Yard indicó que el femicidio tiene penas que oscilan entre 25 y 30 años en Panamá. Sin embargo, las muertes violentas relacionadas con actividades delictivas femeninas presentan otro tipo de tratamiento penal, lo que refleja la complejidad de la violencia de género en el país.
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Recomendaciones y llamado a la acción
Yard hizo un llamado a las mujeres víctimas de violencia a no normalizar conductas abusivas y a buscar ayuda inmediata en las instituciones correspondientes. Además, instó a los funcionarios públicos a actuar con empatía y solidaridad en su primera intervención con las víctimas.
Manifestó que la violencia contra la mujer no es un problema exclusivo de las instituciones, sino de toda la sociedad. Agregó que es crucial fortalecer la educación, eliminar la normalización de conductas violentas y trabajar en conjunto para prevenir y erradicar este delito.
La lucha contra la violencia de género requiere un enfoque integral que incluya medidas preventivas, atención adecuada a las víctimas y un sistema judicial que garantice justicia y reparación.