Venezolanos que ingresen de forma irregular serán enviados a albergue de Gualaca

La misión diplomática que ejercía la Embajada de Venezuela para repatriar a sus nacionales que quedaron varados por las políticas migratorias de Estados Unidos ha finalizado, así lo confirmó la directora de Migración Samira Gonzaine, quien explicó que en el albergue de Viejo Veranillo aún hay 500 migrantes, y una vez salga del país el último migrante venezolano, los que ingresen al país de forma irregular serán llevados al albergue de Gualaca en Chiriquí, donde serán atendidos por Migración.

Gonzaine, aseguró que se han logrado 25 vuelos humanitarios para repatriar a los venezolanos. Además, dijo que se están haciendo las verificaciones biométricas para asegurar que quienes ingresan al país no tiene casos pendientes con la justicia.

Confirmó que próximamente se realizará otra reunión con las autoridades de Estados Unidos (EEUU), Colombia y Costa Rica, pero aún se está esperando el encuentro en el que EEUU será intermediario.

Recalcó que el albergue de Los Planes de Gualaca guardan condiciones dignas para atender a los migrantes.

Las declaraciones de Gonzaine se da en medio de la habilitación de 544 camas, una clínica, un comedor para adultos y materno infantil, además de sanitarios en la estación temporal migratoria de San Vicente en la provincia de Darién por un monto de 2.2 millones de dólares, donde cada día siguen llegando migrantes de diferentes países con el objetivo de poder avanzar hasta Estados Unidos.  

Según información de las autoridades, actualmente 1,700 migrantes se encuentran en el país, de ellos 1,000 están en Darién, la mayoría en Bajo Chiquito y en San Vicente hay 50. Además, en el albergue habilitado en Viejo Veranillo se contabilizan un poco más de 500 venezolanos.

A Panamá, hasta el mes de octubre más 40 mil migrantes venezolanos ingresaron por la selva de Darién. Algunos lograron cumplir su objetivo, pero otros miles quedaron varados por la entrada en vigencia de las nuevas políticas migratorias de EEUU que les impedía cruzar la frontera en México.

Luego de la decisión del país norteamericano, el flujo de migrantes a través de la selva de Darién disminuyó significativamente, pero las autoridades de los países mayormente afectados se mantienen en conversaciones para atender el problema de forma integral y coordinada.