Monseñor Ulloa insta a deponer 'la insolidaridad, juega vivo y corrupción' en el Bicentenario
“Urge definir y emprender grandes objetivos nacionales con consensos fuertes, cultivando proyectos de estado que sobre pasen proyectos de gobierno”, fue parte del mensaje enviado por el arzobispo de Panamá, José Domingo Ulloa, durante el "Te Deum" realizada por la Conmemoración del Bicentenario de la Independencia de Panamá de España.
Ulloa continuó señalando que, el arriesgado camino hacia la independencia siempre amenazado por nuevos y diversos colonialismos, aún no ha concluido; además, que el mejor homenaje a los próceres es reflexionar y asumir los mismos ideales que ellos enarbolaron.
Donde encontremos pobreza, necesidad, carencia de lo básico, insolidaridad, corrupción, juega vivo, y todo aquello que haga infeliz a alguien, es un motivo para que todos sigamos trabajando y luchando por esa independencia por la que lucharon los próceres de América".
“Entre todos sin exclusión de ningún panameño y panameña, necesitamos discernir sobre nuestro, pasado, presente y futuro”, dijo.
"La patria nace en la comunión profundamente humana, cuando todos hacen propios y comunes valores como la solidaridad, libertad, paz y respeto a la diversidad étnica, multicultural y religiosa; nace cuando todos deponen egoísmos personales, partidistas, económicos, políticos, por el bien común", dijo Monseñor.
Monseñor destacó, la patria no se inventa solo se redescubre y revitaliza siempre en la fidelidad a su patrimonio de vida.
"Aspiramos que en estos días recordemos con sano orgullo que a pesar de las adversidades hemos realizado hazañas memorables, a pesar de ser un país pequeño, hemos dejado en alto el nombre de nuestra patria sin importar regionalismos", añadió.
La celebración, agregó Ulloa, es una oportunidad para escribir nuevas páginas de la historia nacional, pues se tiene un país que, a pesar de las dificultades y problemas a los cuales todos y todas están llamados a solucionar, también se tienen grandes oportunidades.
Actualmente, es más urgente, la tarea de reencontrar el consenso que favorezca el desarrollo social para garantizar mejores condiciones de vida.
El Arzobispo de Panamá trajo a colación una serie de pactos en los que se ha logrado entendimientos durante los últimos 30 años, el último de ellos, el del Bicentenario.