Los taxistas querellan a Uber (... y no por piratería)
Los dueños y choferes de taxis han presentado este miércoles una querella penal contra la start up estadounidense Uber, y esta vez no por "llevar pasajeros ilegalmente", como recurrentemente denuncian.
La nueva estrategia para inmovilizar el polémico servicio de choferes privados pasa por acusarles penalmente de supuesto delito financiero.
Emilio Manzané, abogado de los taxistas, asegura que Uber ha captado masiva e ilegalmente recursos financieros y ha violentado el artículo 248 del Código Penal.
Dicha norma establece penas de prisión de ocho a 15 años contra quienes recauden dinero del público sin tener autorización.
"No tienen permiso para prestar ningún servicio ni para cobrar por ello", dice Manzané, quien transmite la molestia de los taxistas porquue además de recibir pagos en dinero de plástico, Uber se ha abierto al efectivo.
Las pruebas que dicen haber recabado incluyen el permiso de operación que dio en enero de 2014 el Ministerio de Comercio e Industrias (Mici) para que la plataforma pudiera entrar en funciones en el país.
Los taxistas han decidido llevar la causa por la vía penal para conseguir una sanción contra los directivos de la start up, y paralelamente promueven una queja administrativa para que se le obligue a suspender sus servicios.
Un exfiscal consultado por TVN Noticias ha explicado, sin embargo, que la queja de los taxistas no se encuadra en el marco de un delito financiero, porque no es "sistemático" ni compite contra otro sistema financiero legalmente establecido, como ocurría, dice, con la pirámide de David Murcia Guzmán.
"Uber presta un servicio y cobra por ello", ha sostenido. Entonces, cree, el debate debe trasladarse sólo a la vía administrativa, que está en manos de la Autoridad del Tránsito y Transporte Terrestre.
"Eso es interpretación", zanja Manzané. Rafael Reyes, uno de los más importantes dirigentes transportistas, ha asegurado que una vez agoten la vía penal y la administrativa demandarán a Uber por "daños y perjuicios".
