Fiscalía revela los delitos de mayor impacto ambiental en Panamá
La tala de especies de árboles protegidos, la quema, y la extracción de minerales son los delitos que más impactan al medio ambiente en Panamá, afirmó hoy la Fiscalía.
La Fiscal Quinta del Circuito de Panamá, Thalia Palacios, que se especializa en delitos contra el ambiente y delitos territoriales, informó que durante el 1 de enero al 15 de diciembre pasados registraron 143 sumarios en materia de delitos ambientales en la provincia de Panamá.
Expresó que las infracciones de mayor incidencia están relacionadas con la extracción de minerales no metálicos como arena, tala indiscriminada y el maltrato de animales domésticos.
"Estas acciones no solo afecta a la provincia de Panamá, sino a otras provincias como Colón y Darién", añadió la fiscal.
Abril y junio pasados fueron los meses con más casos vinculados a la tala ilegal de cocobolo en áreas boscosa y parques nacionales de la provincia de Panamá.
En la provincia selvática de Darién, fronteriza con Colombina, las denuncias investigadas de tala, quema y extracción de mineral en sumaron 75, dijo la fiscal de Ambiente, Olga Castillo.
Cuarenta de esas denuncias corresponden a la extracción ilegal de madera, mientras que tres son casos de minería en las áreas del río Sabalo, Quebrada Piguira en las riveras del río Caña, región fronteriza con Colombia.
Castillo indicó que gran parte de la madera es para exportación y las personas que se dedican a extraerlas son nacionales que están realizando la tala de manera ilegal.
Dijo también que la mayoría de madera retenida se encuentra a disposición del Juzgado de Circuito de Darién, sin precisar la cantidad ni su valor comercial.
En junio pasado el Ministerio de Ambiente advirtió de que el 96 % de la madera extraída del Darién se saca de forma ilegal. En su mayoría el material corresponde a los árboles altamente cotizados de bálsamo, almendro, caoba nacional y cocobolo, que tienen por principales destinos Estados Unidos, Europa y Asia.
Darién, que aglutina el 25 % de los bosques panameños, alberga desde 1980 el parque nacional más grande de Centroamérica, con 579.000 hectáreas, que fue declarado Patrimonio Mundial en 1981 por la UNESCO y Reserva de la Biosfera en 1982.