Surgen reacciones tras el discurso del presidente Cortizo

El discurso por los dos años de gobierno del Presidente Laurentino Cortizo habría causado sin sabor a la ciudadanía, algunos sienten que se trató de un mensaje a la nación vacío y que no llenó las expectativas.

“Nuestro gobierno no tolera, ni va a tolerar ningún acto de corrupción”… parte del discurso del presidente de Cortizo.

Expresiones como esta de un tema tan sensitivo como la lucha contra la corrupción, para algunos de los que escucharon el mensaje del presidente, se trataría de frases trilladas y sin acciones reales.

“Cuando se hacen estos discursos, el presidente tiene que escoger entre orientar al país en una determinada dirección o dedicarse a recitar lo que le mandan los diferentes ministros”, aseguró el Excanciller Jorge Eduardo Ritter.

Por su parte, el abogado Eduardo Quirós dijo que el discurso del primer mandatario de la nación tiene que ir unido con la realidad y la ejecución de todos los otros representantes del gobierno.

Las expectativas no se habrían llenado en materia de transparencia, con lo cual se asegura que, a pesar de tantos escándalos, no se aprovechó la oportunidad para enviar un mensaje contundente. Aunque se percibe que bajó el tono que caracteriza a Laurentino Cortizo.

“Lo que sorprende es que ya no sorprenda la falta de sustancia real de lo que el país espera del máximo dirigente político del país… diría yo una letanía de posibles buenas noticias con algunas imprecisiones y dudas que siembra enormemente con el contenido”, afirmó Olga de Obaldía de la Fundación para la Libertad Ciudadana.

En la misma línea, el abogado Ebrahim Asvat sostuvo que no hubo un mensaje esperanzador de que las cosas mejorarán, además dijo, que el Pacto Bicentenario y el Diálogo por la Caja del Seguro Social no han tenido ningún éxito luego de la renuncia de las organizaciones sindicales y los partidos políticos.

Se apuntan temas como la minería y un verdadero plan de reactivación económica como los grandes ausentes en el discurso del mandatario, que termina un segundo año de mandato en medio de una crisis sanitaria mundial que golpea la economía del país.