Defensoría pide revisar la entrega de subsidios ante el aumento de la violencia doméstica
Leblanc sugiere replantear la entrega de subsidios, poniendo condiciones a los beneficiarios, como invitarlos a participar de charlas educativas y someterlos a evaluaciones psicológicas.
Ciudad de Panamá/La violencia doméstica no solamente está alcanzando a mujeres, sino a menores de edad en Panamá. Muestra de ello es el reciente caso que tocó a la puerta de una familia en Río Gatún #2, en el corregimiento de Limón en la provincia de Colón, donde un hombre de 18 años de edad presuntamente asesinó a su cuñada de 24 años y a su sobrino de solo 8 años de edad.
Eduardo Leblanc, defensor del Pueblo, consideró que, más allá del aparato institucional, el problema de violencia en Panamá proviene desde el núcleo familiar, puesto que por más subsidios que se han distribuido y más agentes policiales que se han reclutado, casos como el del acontecido en Río Gatún #2 no se han podido evitar.
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Por lo que, para Leblanc, es necesario trabajar en políticas públicas, desde la familia, en temas psicológicos y de salud mental.
Además, indicó que hoy más que nunca es prioritaria la implementación del programa Escuela para Padres, porque para la entrega de subsidios de becas no solo se debe evaluar la parte académica, sino conocer la relación entre el padre y el hijo para conocer qué está sucediendo en cada caso.
El Defensor se mostró impresionado de la cantidad de denuncias presentadas por violencia doméstica al cierre de 2024, las cuales, según el Ministerio Público, rondan las 19 mil.
Son cifras que se están manteniendo desde 2020 al 2024. Algo está pasando como sociedad y tenemos que replantearnos esas situaciones. Tenemos que cuestionarnos como familia.
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De 2020 a 2024 se han repartido más de 11.000 millones de dólares en subsidios, razón por la cual Leblanc sugiere replantear la entrega de esos beneficios, poniendo condiciones a los beneficiarios, como invitarlos a participar de charlas educativas, someterlos a evaluaciones psicológicas para ver si son aptos o no para un subsidio en específico o si lo que requieren es atención de salud mental.
“Eso lo hemos dicho innumerables ocasiones y me he buscado hasta enemigos por eso, porque se supone que los defensores de derechos humanos deben estar a favor de los subsidios en general, no? Yo estoy a favor del apoyo social. Los subsidios tienen que ser dirigidos, atendidos, auditados y verificar su eficacia y eficiencia”, puntualizó.