Soldaditos entran al Salón de la Fama
Misión cumplida para el ejército de soldaditos verdes.
Las figuritas de plástico codiciadas por generaciones de aficionados a todo lo militar ingresaron el jueves al Salón de la Fama del Juguete junto con el cubo de Rubik y las burbujas de jabón.
El trío de juguetes pasa a ocupar su lugar junto a clásicos como Barbie, G.I. Joe, Scrabble y el hula-hula, derrotando a otros nueve finalistas como Little People de Fisher-Price, las muñecas American Doll y My Little Pony.
Los pequeños héroes monocromáticos que aparecieron en 1938 han tenido altibajos a lo largo de su historia. Su popularidad disminuyó durante la guerra de Vietnam, pero se convirtieron en astros de la pantalla grande en 1995 con la película "Toy Story" de Pixar y varios fabricantes los producen de a millones por año.
Los soldaditos fueron finalistas durante dos años, lo que da aliento a desplazados de este año como las Tortugas Ninja, Slip 'N Slide (una cinta similar a un tobogán), el juego de ingenio Operation, aviones de papel, ollas y cacerolas y los camiones de juguete.
El cubo de Rubik, un rompecabezas inventado por el arquitecto húngaro Erno Rubik en los 70, llegó a Estados Unidos en la década siguiente, importado por Ideal Toy Corp. En dos años se vendieron más de 100 millones de los tubos coloridos, dividiendo a una población obsesionada entre los que eran capaces de resolverlo y los que no.
El cubo, con nueve cuadrados de color por lado, puede ser dispuesto de 43 cuadrillones de maneras según el Salón de la Fama. Se realizan competencias en más de 50 países, que incluyen concursos para resolverlo con los ojos vendados, con una sola mano o bajo el agua. El holandés Mats Valk tiene el récord mundial de 5 minutos, 55 segundos para alinear los colores.
Los niños juegan con burbujas o pompas de jabón desde al menos el siglo XVII, cuando aparecieron pinturas que así lo muestran en lo que hoy es Bélgica. Anualmente se venden más de 200 millones de frascos con solución para hacer burbujas.
Los ganadores son elegidos por un comité nacional de selección integrado por 24 expertos, coleccionistas, diseñadores y psicólogos. Cualquiera puede postular un juguete, pero hay un proceso de selección preliminar, y para superarlo un juguete debe tener carácter de emblemático, haber sobrevivido a lo largo de varias generaciones, fomentar el aprendizaje, la creatividad o el descubrimiento y haber modificado profundamente el juego o el diseño.
El salón se encuentra en el museo The Strong de Rochester.