Situación de la justicia en Panamá y los casos de alto perfil
Sobre el llamamiento a juicio por el caso Odebrecht, el abogado Rodrigo Noriega, dijo que este caso tiene la ventaja de estar bajo el Sistema Inquisitivo Mixto, que, a pesar de ser lento, esto le da tiempo y libertad a la jueza para mandar a practicar pruebas y enriquecer el expediente.
El abogado considera que este proceso va a fluir y se van a dar negociaciones interinas de personas que se van a declarar culpables y colaborarán con la justicia. Además, destacó que lo que ocurra en Estados Unidos creará mucha presión mediática de lo que sucederá en el país.
Aunque a su parecer, la jueza Baloísa Marquínez es una jurista integra, el haber puesto varios casos en una sola canasta tiene el peligro de una saturación y agotamiento, por lo que en su consideración piensa que hubiera sido conveniente tener otro juzgado paralelo para ventilar alguna de las causas. Sin embargo, a Marquínez se le han asignado 23 asistentes, y se le están dando todos los recursos necesarios para llevar adelante las causas.
“La Corte Suprema de Justicia sabe las presiones internacionales que está recibiendo Panamá. Este va a ser el juzgado modelo para demostrar que Panamá puede juzgar casos de alto perfil y lo va a hacer. De momento hay veo intensión de buena fe de que las cosas fluyan”, indicó.
Destacó que la lucha contra la corrupción debe ser de verdad no a medias.
Continuó diciendo que la justicia requiere de recursos y el presupuesto adecuado que es prácticamente el doble de lo que hoy tiene, además de una Policía Judicial, tal y como existe en Costa Rica que llevó una investigación sin que la procuradora se enterara y allanó la Casa Presidencial.
Sobre los casos surgidos en la administración de Laurentino Cortizo, Noriega siente que son casos dilatados, con excepción del caso de Senniaf, pero en casos como el hospital modular, Panamá Solidario y otros hace falta que fluyan y corren el riesgo de prescripción.
Señaló que hace falta un Tribunal Constitucional para que asuma funciones de garantías constitucionales que lo lleve de forma expedita e independiente, hay que crear otro mecanismo para que la Corte no sea la que juzgue a la Asamblea y viceversa, hay que tener carrera judicial e independencia presupuestaria, además una Policía Judicial independiente.
“Creo que si hacemos eso podemos tener una justicia muy institucional como la tiene Perú, Guatemala y Chile, que también tienen defectos, pero son predecibles y son el colchón de la democracia, en esos países la justicia funciona y si la justicia funciona garantizas que el Estado de derecho se mantenga y le das oxígeno a la democracia para que nuestro país no entre en estado fallido”, concluyó.