Conoce los errores que no cometen las personas con inteligencia emocional

Manejar el tsunami de emociones que se viven diariamente no es una tarea fácil, por lo que, actualmente, la inteligencia emocional se torna como una de las competencias más demandadas para lograr el camino hacia la felicidad, no solo en el campo personal, sino también laboral.

En el año 1995, el psicólogo estadounidense Daniel Goleman publicó el libro Inteligencia emocional, que lanzó dicha disciplina a la palestra pública, lo que incluso motivó que la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco) pusiera en marcha en 2002, una iniciativa y envió a los ministros de Educación de 140 países, la declaración con 10 propósitos básicos e importantes para desarrollar y ejecutar programas de aprendizaje social y emocional.

En su libro, Goleman describe a la inteligencia emocional como la capacidad para reconocer sentimientos propios y ajenos, para motivarse y manejar las relaciones de una manera adecuada.

¿Qué importancia tiene y para qué sirve? Pues, permite sacar provecho a la información emocional propia y la de los demás, ya que es la expresión física de la mente. Las emociones ofrecen información de cómo se procesa lo que vive una persona y ser conscientes no solo de lo que dice, sino también de cómo se dice.

Establece que una buena gestión de las emociones contribuye a superar creencias, actitudes, hábitos negativos que condicionan, limitan e impiden sacar completamente el potencial humano.

En la empresa ayuda a tomar decisiones, resolver conflictos, trabajar bajo presión, tener mayor empatía y responder ante las críticas.

De acuerdo con una nota del diario El País, los 10 errores que no cometen las personas emocionalmente inteligentes son:

• Asumir que lo que piensan y sienten se corresponde con la realidad.
• Saber qué nos haría felices, pues las personas con baja inteligencia emocional asumen que las cosas que no tienen podrían darles bienestar personal.
• Hacer que el bienestar emocional dependa de las causas externas.
• Retroceder ante lo que no tienen.
• Dejar que los arrastren los pensamientos.
• Entender que la felicidad debería ser permanente.
• Reprimir emociones (las personas con inteligencia emocional saben gestionar lo que sienten y expresarlo en el momento adecuado).
• Creer que el sufrimiento terminará contigo.
• Confundir sentimiento triste con una vida triste.
• Buscar hacerse amigo de todo el mundo.

**Con información de El País**